» Tengo la noche libre. ¿Quieres hacer algo?
Yugyeom envió el mensaje y miró por la ventana del auto mientras repiqueteaba sus dedos en el volante. No pensó que Jimin contestaría tan pronto, pero su réplica llegó casi de inmediato.
» Nah. Estaré en Vittoris.
No se veía como una invitación; sin embargo, Yugyeom encendió el auto después de considerarlo unos segundos. Mejor eso que pasar una noche muy aburrida por su cuenta. Recientemente había escuchado bastante de ese nuevo club y la curiosidad terminó llevándolo allá.
No esperaba encontrar nada del otro mundo, así que le sorprendió encontrar a Jungkook allí.
No imaginó que Jungkook mantendría contacto con Jimin. Se sentía algo ofendido, no lo iba a negar, sobre todo cuando la cordial invitación de irse al infierno fue para todos en general y no solo para él. Pero allí estaba el chico, y no precisamente solo. De hecho, se encontraba muy ocupado con su lengua en la garganta de aquel salvaje animal que se hacía llamar Taehyung.
Diablos. Cómo le hervía la sangre de solo recordar ese puñetazo.
Ver la mirada que se dedicaban el uno al otro no le sentó bien. No puedes estar un día rogando en la puerta de quien dices amar y al día siguiente meterte a un bar de tal calaña para enrollarte con un chico cualquiera. Por eso le gustó tanto ver el terror en los ojos de Jungkook cuando sus ojos se encontraron con los suyos; era un pequeño premio para su ego saber que borrar su huella no sería tan fácil.
—Taehyung —murmuró Jungkook solo para él, tirando de su muñeca; esperaba que su cara dijera más por él que sus palabras—. No. Vámonos de aquí.
—¿Por qué? —Pero Taehyung, hastiado, no parecía muy comprensivo. Estaba cansado de ver cómo Jungkook simplemente permitía que Yugyeom tuviera control sobre él—. Estábamos tan bien.
Sí, estaban. Pero esa sensación en su pecho aún era dolorosa. No quería estar allí, mucho menos junto a Yugyeom. Le enfermaba verlo y le enfermaban sus ojos brillando con diversión. ¿Es que nunca dejaría de ser una atracción de circo para él? Solo risas y burlas, como si fuese un payaso.
—¿Así que harás una escena voyerista? —preguntó Yugyeom—. No me sorprende que puedas ser más vulgar de lo que ya eres.
Jimin sonrió contra el cristal de su copa. ¿Lo que estaba presenciando era una incontrolable escena de celos? Era increíble lo que la ciudad y un par de pastillas podían hacer en ese ordinario chico, pero más increíble le resultaba ver cómo Yugyeom parecía caer tan asquerosamente rápido en ese juego.
La biblia dice que el diablo conoce a los suyos, o algo así; Jimin estaba de acuerdo: tal vez en otras circunstancias, él y Taehyung se llevarían muy bien.
—¿Quién dijo que tú verías algo? —respondió Taehyung con una sonrisa ladeada después de soltar una calada de su porro.
Entonces, la mesa ratona repleta de pastillas salió a volar cuando el pelinegro le dio un puntapié. Todo se desperdigó por los aires y en el suelo, para completo horror de Jimin. Las caras sorprendidas de los presentes le arrancaron una carcajada a Taehyung, ¡o tal vez él solo estaba demasiado feliz!
—A ti —Señaló a Yugyeom—. Que te jodan. Y a ti también —Eso iba para Jimin, y el rubio siseó enfurecido pero Taehyung no se quedó para escucharlo. Agarró a Jungkook por la muñeca y luego dejó la habitación con una risilla tonta escapándosele.
—¡Taehyung! —exclamó Jungkook con la voz ahogada—. ¿Sabes cuánto dinero acabas de mandar a volar con esa patada?
—Que se joda ese tal dinero también —decidió con simpleza. Aunque, bueno, el porro de marihuana en su mano venía de ahí también. ¡No importaba! —Toma, fuma.

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The village - KookV
FanficAcabas de decir que te gusto. Francamente no te culpo. Y yo tengo curiosidad, así que, resuelve mi duda y todos estaremos satisfechos. Historia inspirada en la canción The village - Wrabel