Canción en multimedia: Daisy - Ashnikko 🎵 🎶
♡ - Martes, 16 de marzo de 2010
El cielo nublado y el olor a café esa mañana hicieron que Jungkook se estremeciera. El pueblo estaba callado, salvo por algunos pajarillos que reposaban sobre los cables de la luz, los únicos que desconocían, tal vez, que aquel oscuro cielo traería consigo una gran tormenta.
Las primeras gotas de lluvia cayeron alrededor del mediodía. Desde la caja, Jungkook observó el oscuro cielo diluviar sobre el pueblo. Fue un relámpago lo que hizo que todos en la tienda dieran un brinco. El sonido llegó unos segundos después.
Las gotas de lluvia repiqueteaban contra el techo del autoservicio y el asfalto; era ensordecedor. Una fuerte ventisca se colaba por la puerta cada vez que un cliente entraba o salía. Jungkook era un amante del frío, pero no estaba lidiando muy bien con la temperatura de esa oscura tarde.
—Iré a casa por algunas cosas —le avisó Yoongi a Jungkook—. Regresaré pronto; no hagas un desastre mientras no estoy.
—Sí, señor.
En algún punto del día, Jungkook había empezado a contar sus horas para cerrar. El turno de la mañana, pese a no llevar más de dos días, era realmente una patada en el trasero. La noche era mucho más tranquila y había gente menos indeseable. Extrañaba a Jennie. Ella seguro era más querida y sociable.
La puerta del autoservicio se abrió algunos minutos más tarde. Tal vez fue imaginación de Jungkook, pero una mala vibra cayó sobre el lugar. Reconoció a los dos chicos que entraban de inmediato. Los pocos clientes del lugar los miraron entre el miedo y el disgusto. Tal vez eran sus tatuajes, su peculiar forma de vestir, o la cantidad de aros en la cara del rubio. Hoseok y Ji-ho.
Ellos levantaron sus cejas al verle, como un saludo —no particularmente agradable— y Jungkook sintió dos toneladas de estrés sumándose en sus hombros cuando se acercaron. Estaban empapados por la lluvia y no llevaban paraguas consigo.
—Buenas tardes, caballeros, ¿cómo nos encontramos el día de hoy? —preguntó Hoseok con una voz jovial y alegre. Jungkook podía decir con total seguridad que se encontraba mejor unos minutos antes. A pesar de que los conocía y de haber convivido con ellos aquella noche, el momento se sintió diferente. Como si no fueran los mismos. Es decir, sin Taehyung alrededor las cosas... como que cambiaban. Hasta podía decir que se sentía inseguro.
—Bien, por supuesto; de este lado del pueblo siempre están bien —se carcajeó Ji-ho con las manos a sus espaldas. Después dejó caer lo que sostenía: un bate. Un accesorio bastante innecesario, en opinión de Jungkook—. Anda. Mi error.
—Si no van a comprar deberían irse —musitó Jungkook sin muchas ganas. Los clientes presentes se movían lejos de ellos, recelosos, y eso no era bueno para la fama del lugar.
—Chico, ¿quieres que llame a la policía? —murmuró el hombre al que recientemente le estaba facturando sus productos. Jungkook le hizo una seña tranquila con la mano. Lo que menos quería era problemas justo cuando Yoongi se lo advirtió.
—Compraremos, amigos, tranquilos —Señaló Hoseok levantando sus manos en son de paz—. Solo queríamos aprovechar y hablar contigo sobre algo... interesante. ¿No, Ji-ho?
Ji-ho asintió con entusiasmo mientras caminaba, arrastrando el bate. Él abrió la puerta de las neveras mientras tarareaba alguna canción y buscaba algo que tomar. Posiblemente una cerveza porque la charla que tendrían iba a ser, quizá, bastante larga.

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The village - KookV
FanfictionAcabas de decir que te gusto. Francamente no te culpo. Y yo tengo curiosidad, así que, resuelve mi duda y todos estaremos satisfechos. Historia inspirada en la canción The village - Wrabel