—A ver, espera un maldito segundo.
Taehyung hizo un mohín. Para ser quien lo invitó a divertirse, estaba actuando como un mojigato.
—No seas aburrido —rezongó tirando de la muñeca de Jungkook. Este aterrizó sobre sus pies, pero no se movió mucho.
—Mira, te juro que puedes arrepentirte de eso en el futuro —Trató de negociar. Incluso con un par de caladas de porro encima no había olvidado la parte de razonar, pero Taehyung, en cambio, solo se alzó de hombros y meneó su cuerpo tontamente con la música.
—¿Arrepentirme de qué? ¿De tener sexo contigo? Nunca —declaró con una mirada intensa—. Lo haría ebrio, sobrio, drogado, lúcido. ¿Cuál es la puta diferencia si es contigo?
—Te voy a explicar esa diferencia —empezó Jungkook, pero los cuerpos que bailaban a su alrededor lo obligaban a moverse y a avanzar para no chocarlos. El chico que los había invitado hablaba con los guardias y los señalaba, asintiendo en la conversación.
—¡No! ¡Aburrido!
—¿Acaso te gusta que te observen? —gruñó Jungkook, y aunque no esperaba sonar tan brusco como lo hizo, no iba a retirar sus palabras. ¿Quería tener sexo con él, mientras oro hombre miraba? Él tenía que admitir una cosa: los horrorosos celos empezaban a formarse en sus tripas.
La pregunta hizo que Taehyung se detuviera abruptamente. Él mordió su labio para no sonreír.
—Sí —contestó—. ¿Es tan malo?
No esperaba la respuesta. Y a la vez sí. Es que, de alguna manera, ni siquiera le sorprendía. Una noche llegó al autoservicio y le dijo que quería acostarse con él. Le gustaba el sexo y era un desvergonzado. Esa sonrisa peligrosa hizo que Jungkook dejara de resistirse. Taehyung rodeó su cuello y lo sostuvo cerca, lamiendo sus labios, pero sin dejarlo probar nada.
—Tengo el ego en las nubes. ¿Sabes lo bueno que es tenerlos a todos deseando probar y tocar, cuando lo único que pueden hacer es ver un poco?
—Hnhg, Taehyung...
—Hagámoslo. Si intenta meterse, me encargaré de patear su trasero.
Lo soltó y se fundió entre la multitud sin dejar de sonreír. Jungkook recordó sus palabras entonces, unas sobre ver a una linda chica haciéndote ojitos toda la noche, a la que sigues cuando empieza a alejarse; como polilla guiado por la luz, siguió al pelinegro entre las personas hasta que estuvieron lo suficientemente cerca de las salas.
Antes de entrar a esta, le fue inevitable mirar al fondo, a la sala que Jimin había tomado, antes de que la luz negra lo tragara.
—Bienvenidos. Siéntase como en casa —El chico rubio volvió a saludarlos y Jungkook tardó un momento en acostumbrarse a la oscuridad de la sala. Fue un poco tranquilizador ver que estaba algo llena, con varios chicos y chicas que tomaban y disfrutaban como si se tratasen de conocidos. Tal vez así era.
—Estábamos siendo paranoicos —murmuró Taehyung con una risilla. De la botella de la mesa ratona les sirvieron un vaso de whiskey a cada uno y hasta abrieron espacio para ellos en uno de los sofás.
Pero sus palabras lo hicieron ver como un payaso cuando el chico rubio se inclinó hacia ellos, apoyando los codos en sus rodillas. La mirada amable se tiñó de completa oscuridad.
—Bueno, pueden empezar ahora. Les pagaré bien.
Taehyung torció el gesto para sí mismo. Tampoco debes lucir como un rarito, amigo. Pero como fuera, no se iría de ese club sin tener algo de diversión y —ya que debía buscar a Jimin para pedir la llave del casillero— no planeaba regresar con él sin una sonrisa tatuada en la cara.

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The village - KookV
FanfictionAcabas de decir que te gusto. Francamente no te culpo. Y yo tengo curiosidad, así que, resuelve mi duda y todos estaremos satisfechos. Historia inspirada en la canción The village - Wrabel