Punzada

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El aire que entraba en mi nariz quemaba ligeramente, como si estuviera respirando cloro. Abrí los ojos esperando que se detuviera el molesto ardor.

Me sente frotando mi nariz, la noche apodero la villa dando una buena vista donde estaba, en la cabeza tallada de mi padre.

Creí que aquí la sensación se iría y podría tomar un respiro en paz pero no fue así. Ya había terminado el atardecer y daba a la noche, ni siquiera el helado frío consolaba el ardor de mi nariz. Me pregunte qué horas serían, ya que en un momento caí dormido ante la tranquilidad que daba el sitio.

Vi la villa iluminada y en una calles transeúntes caminando, mi distracción se detuvo cuando escuché la voz de Shikamaru.

— Que haces aquí a estás horas — Le escuché preguntar, vi que sacó un cigarro de su bolsillo para empezar a fumar.

— Últimamente me arde mucho la nariz para respirar, creí que aquí el sereno de la noche me ayudaría — No le iba a decir que estuve desde la tarde casi cuando el sol se ocultaba.

— Eso no sería peor, podría ser un resfriado y lo puedes estar descuidando — Negué con la cabeza

— No creo hace varias semanas es así — Le respondí, nos quedamos en silencio, al parecer el adulto meditaba.

— Entonces te llevaré a tu casa y le diré a tu madre que te lleve al médico — Termino su cigarrillo y lo guardo en su bolsillo.

— No hay necesidad dattebasa — No quería regaños de mi madre innecesarios yo estaba bien, de pronto era un virus que contraje en una misión.

— Para mi si hay, ven vamos — No quería ir a casa, en las últimas semanas descubrí que en casa abecés empeoraba, ya no era ardor si no un dolor en mi pecho como garganta.

— Bueno.. — Después de lo dicho fui levantado bruscamente del piso, Shikamaru me tomo en su antebrazo y me llevaba, grite sorprendido y en el camino me deje llevar, no tenía ánimos para pelear últimamente.

Llegamos a mi casa, me dejó en el piso y tocó la puerta, no me espere que abriera Kawaki, sentí mi corazón apretarse como un dolor leve en el pecho.

— Está Hinata —

Kawaki asintio y yo evite mirarle, avergonzado, pero por qué Boruto Uzumaki estaría avergonzado, una alma aventurera y animada como el, pues si cuando descubrió sentimientos que iban más de una amistad o hermandad se sintió tan miserable y avergonzado. Pensó que el dolor de su pecho se debía a eso pero era demasiado diferente. Levanté mi mirada encontrándome con la de mi madre, su cara parecía preocupada.

— Por que no me dijiste de tu estado — Arrugó su cejo y tomo mi hombro mi mama. — Entra que el frío de la noche te hará daño — Entre a la casa como un robot, dejando en la puerta a Shikamaru y mi madre despues fui a la cocina a sentarme sin darme cuenta de los que estaba a mi alrededor.

— No ven Boruto, vamos a tu habitación, te haré una cena que te ayudará — Regreso, entonces vi la comida en la mesa y mi boca se hizo agua, como si saliera de un trance abrí mis ojos y le replique a mi madre.

— ¡Nooo! Está comida no puede ser desperdiciada — me arquee y me señale con un dedo — Estoy estupendo — La suave risa de mi madre fue lo que oí

— Entonces come tu comida y ya mañana iremos al médico, no seas descuidado y avísame cuando te sientas mal hijo — Sentí un leve calor en mi pecho con las palabras, la preocupación de mi madre me hacía sentir bien.

Luego levanté una sonrisa y comí alegremente como si me hubiera recuperado, luego escuché a mi madre hablándome a mi padre sobre mis síntomas y este me reprendió, hice una muñeca de desagrado y seguí comiendo alegremente, hubo conversación en la mesa y despues de que terminamos fui a mi habitación a dormir.

~

A la mañana siguiente fui al hospital con mi madre, creí que me revisaría Sakura-chan pero fue un doctor corriente, seguí a la sala al lado de mi madre.

— Buenos días, cuál es el motivo de su consulta — Ahí puse cuidado, mi madre explico lo que le dijo Shikamaru y yo le dije sobre el ardor en mi nariz como la resequedad de mi garganta y dolor en el pecho.

— Puede ser un virus de gripe, pero por las semanas que han pasado dudo que se quedó por el descuido de la salud y por eso no tienes síntomas como fiebre, pero es mejor revisar, Boruto quítate la camisa y acuéstate en la camilla — Asentí, hice caso a las instrucciones, puso el estetoscopio en mi corazón y pulmones, siguió la sesión, su cara fue neutral todo el tiempo.

— Antes de los síntomas, que hacías o donde estabas — Ahora si me ponía a pensar, todo comenzó desde unos días después de saber mis sentimientos que crecían como una flor. No me gustaba recordar ya que el dolor venía y me punzaba como si fueran celos.

Ese día estaba llegando de reunirme con mis amigos, abrí la puerta y me encontré a Sumire y Kawaki juntos, Kawaki tomándola de los hombros y ella acercándose más intentando entregarle algo, en ese momento me incomode pero luego paso a un dolor en mi pecho y dificultad para respirar, Sumire rompió el hielo saludándome y yo cerré la puerta de un portazo huyendo de la escena con el malestar.

— Estaba en mi casa, había llegado de juntarme con mis amigos — Respondí, el doctor comprendió y fue a su asiento.

— Es un virus de gripe, que por lo de las pastillas que toma, solo se redujeron a un síntoma, pido que se quede en casa una semana y hablar con su doctor y que le recete algo, también que no se exponga al frio estos días — Mi madre asintio y ya tenía un rostro más tranquilo, me alivio al saber que no era mucho pero no sabía si podría estar quieto más de una semana, me estire y di un sonoro bostezó.

— Entendiste Boruto, no saldrás de casa por una semana —

— ¿!QUE!? — Grite, como podría estar una semana sin hacer nada, finji lágrimas para convencer a mi madre y recibí una sonrisa divertida del doctor.

De camino a casa compré unas hamburguesas para mí cuarentena, y mi madre aprovecho para hacer compras rápidas. Sabía que mañana iría dónde Amado y me recetaría algo. En el camino observé a Sumire hablando con alguien más, enfoque mi vista y lo ví con Kawaki, que hacían esos dos, tenían comida juntos, la pelimorada tenía una sonrisa, Kawaki se veía feliz de la expresión de ella. El sentimientos de vergüenza inundó mi corazón como de tristeza sabiendo y aceptando mi amor rechazado, forzándome. Voltee cuando un ataque de tos me sorprendió, solté las bolsas que llevaba cayendo de rodillas al piso, las lágrimas se acumularon en mi rostro y la voz de mi madre se oía distante.

Me desperté en mi casa, Himawari me miraba triste y curiosa. Debió ser lo que hablo el doctor, uno de esos síntomas raros, fui atendido por mi hermana y mi madre, solo esperaba que me pasará para ya poder hacer misiones normalmente, me sentía mal, no por el pinchazo doloroso en mi pecho ni por el ardor que sentía, solo fue tristeza al recordar a esos dos juntos.

 Debió ser lo que hablo el doctor, uno de esos síntomas raros, fui atendido por mi hermana y mi madre, solo esperaba que me pasará para ya poder hacer misiones normalmente, me sentía mal, no por el pinchazo doloroso en mi pecho ni por el ardor que...

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Boru tiene covid 😔

Chi no HimawariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora