Algún día. [Fanfic corto]

~Parte 2~

—Buenas tardes —saludo el castaño al staff.

Los saludos casi al unísono del personal, no se hicieron esperar.

Su manager camino directo hasta él, era muy claro en su expresión que estaba enfurruñado— Yibo, ¿Qué fue lo que hiciste anoche? ¿No ves la magnitud de lo que causaste?

El castaño suspiro, y solo lo miro con una sonrisa—. No es gran cosa, solo fue un post.

—¡¿Un post?! ¿Y las fotos, y los vídeos de esa persona con la que salías anoche de una disco? Nadie lo conoce, era obvio que empezarían a preguntarse, ¿la estrella Wang Yibo, con quién salía?

—¿Hay videos?

—¡Por supuesto que los hay! ¡Siempre los hay! —saco su móvil del bolsillo y le enseño las imágenes y videos.

El castaño suspiro con molestia por lo intensos que llegaban a ser al irrumpir en su vida privada.

Saco su móvil y marco.

—Hola, Xiao Zhan. ¿Cómo estás?... Mmm, hay algunas fotos y videos, no te preocupes, más adelante aclararé las cosas... Aunque digas que no te importa, tendré que hacer algo al respecto —su manager empezó a mirarlo levantando las cejas—. Xiao Zhan, tengo que colgar, te llamo luego.

—Es hora de trabajar —el castaño le paso sus pertenencias a su asistente.

Wang Yibo fue a cambiarse de ropa para iniciar la sesión de fotos, para la nueva marca de la cuál sería portavoz.

Más tarde ese día con ayuda de su manager, público una declaración en su cuenta oficial de Weibo aclarando que la persona con la que se había reunido, era un amigo personal, que no tenía nada que ver con el medio, y pedía a las, y a los fans, que respetarán su vida privada.

Por lo menos debía intentarlo, aunque muy seguramente no serviría de mucho.

Septiembre 2018.

Durante algunas semanas, el castaño solo hablaba con Xiao Zhan a través de llamadas, o texto por WeChat. Ambos estaban en ese punto donde se coqueteaban pareciendo en broma.

Así que sus deseos por verlo en persona seguían incrementando con el paso de los días. Su dulce voz alegraba su corazón. Sin embargo, seguía sin ser lo mismo, y no sabía que excusa darle para que aceptará versen de nuevo.

Saco su teléfono y busco el contacto para llamarle.

—Hola, Zhan. Estoy muy agotado.

[¿Qué hacías hoy?]

—Tuve ensayo de coreografía para un evento donde me presentare.

[Solo he visto una presentación tuya, en vivo.]

—¿Solo una? Me siento un fracaso —el azabache río al otro lado de la línea.

[¿Por qué dices algo así? La verdad es que cuando te presentas, las entradas se agotan demasiado rápido. No logro obtener una a tiempo.]

—Te regalaré entrada VIP, para la próxima.

[Eso sería genial, pero no quiero aprovecharme de tu generosidad.]

—De ninguna manera, lo hago con gusto.

[¿Qué haces ahora?]

—Nada especial, estoy tirado en mi sofá sin saber que más hacer, ¿Por qué?

[Mm, pues... no sé si te gusté la idea, es algo ridículo... Mejor olvida lo que dije.]

—Claro que no, ahora me dices, ya me dejaste intranquilo.