A la distancia ya se podían ver los últimos pisos de aquel palacio. El tejado negro y paredes de color crema relucían bajo la luz del sol. Cualquiera que se acercara a ella en la noche, diría que acaban de entrar en una película de terror. Pero era algo majestuoso y placentero verla a plena luz del día.Doblamos para adentrarnos en la calle de nuestro destino. Los altos muros la rodeaban, como si los cubriera de cualquier ataque del exterior.
Justo enfrente de la enorme mansión, la verja principal se abre permitiendo el paso del auto. A mi derecha, había una pequeña caseta, el hombre que se encontraba dentro de esta, asintió al chofer para seguir nuestro camino, el cual se detuvo en el porche principal. Era imposible no ocultar mi cara de asombro.
—Cuando quieras, Lyn— me había quedado tan anonadada con todo a mi alrededor que no me había percatado que aún seguía en el auto.
—Oh... perdón, eh... si claro... abajo— estuve a punto de dejar mi cuerpo de calcomanía en los primeros escalones del porche. De no ser por el hombre que nos esperaba fuera del auto, hago el ridículo.
—Bienvenida a su nuevo hogar, Srta. Lyn miré al hombre extrañada.
—Oh, no por favor, solo llam...
—Es por respeto, Lyn— comenta Arthur bajando del auto —muchas gracias William, todos mis trabajadores llaman a los niños así— ¿cuantos "niños" serán? —Estaré toda la tarde ocupado, Harley se encargará de enseñarte toda la casa, te dará los horarios de comer y te presentará a todos con los que vas a convivir, nos veremos a la hora de la cena querida.
Y con esto, me deja sola en medio del porche disfrutando de las vistas del hermoso y amplio jardín.
—Tú debes de ser Lyn, ¿cierto?— la voz de una chica me saca de mi embelesamiento. Me giro para encontrarme con una chica más o menos de mi edad, su cabello es dorado y bien largo, tenía una sonrisa cálida y, espera, sus... ojos son... ¡¿naranjas?! No supe qué decir, solo me limité a asentir —Mi nombre es Avery, nuestro padre me ha dejado al mando para que te enseñe tu nuevo hogar, para mi será un placer, sígueme— no tardé en estar al lado de ella en la puerta principal. Justo enfrente de nosotros teníamos un gran recibidor.
—Bien, primero que todo, aquí tienes— puso en mis manos unas llaves —ahí encontraras la llave de la puerta principal, de tu cuarto y tu coche...
—¿Eh? Espera, ¿tengo coche propio?
—Pues claro, si no sabes conducir el chofer de papá podrá darte unas clases o alguno de nuestros hermanos— acaso ¿estaba soñando? Y ¿cuantos hermanos teníamos? —esta es la sala de estar, acá nos juntamos en temporadas de frío para tomarnos un chocolate caliente y hacer nuestros chistes sin sentido.
Esto era maravilloso, la sala de estar contaba con dos sofás de tres plazas, uno de dos y tres sillones, en el centro una bella mesa de café y una chimenea que se encuentra apagada. Plantas y cuadros abstractos hacían el resto de la magia. Todo era blanco y dorado, muy majestuoso.
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No somos los únicos
Science Fiction¡Bienvenidos a un nuevo mundo! Vengan, les mostraré otra atrocidad de mi Wattpaverso. En cuanto comience el número cero, no tendrás vuelta atrás. No te voy a defraudar con lo que descubrirás. Más allá de la imaginación, se encuentra un mundo de caos...