XIII

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Todo a su alrededor era blanco, tan claro y brillante que estaba obligado a entre cerrar los ojos para no dañarse. No había nada al rededor, no había paredes, no había suelo, no había techo, era sólo blanco. Lo único que salía de la homogénea atmósfera era el cuerpo del castaño tirado en la superficie, cerca de él, acostado tapándose los ojos fuertemente con sus manos.

–No puedo ver nada– Louis habló tras un suspiro, sacando de su vista las manos para quedar enfrentado a lo único que había en ese lugar.

–Evidentemente, ¿Qué se supone que quieres ver si está todo blanco? Suerte tienes de no haber quedado ciego.

–No me refería a eso, me refiero a que no puedo ver... nada– Volvió a insistir, tratando de darle otro sentido a las mismas palabras.

–Es literalmente lo mismo, idiota.

–¿Dónde estamos?– Cambió de tema para ignorar los insultos.

–No tengo idea– Respondió mientras que recorría el espacio con las manos extendidas, temeroso de toparse contra alguna pared o algún agujero imposible de percibir por sus ojos.

Extendió los dedos como usualmente hacía e intentó retroceder, evitar la discusión y así evitar llegar a donde estaban. Pero luego de hacer la mímica que normalmente le funcionaba, nada ocurrió. El lugar seguía siendo blanco, Louis seguía estando en el mismo lugar, y ninguno de los dos dio ni un indicio de haber retrocedido en sus acciones.

–¿Qué está pasando? No puedo hacer... nada.

–Evidentemente, ¿Qué se supone que quieres hacer si estamos en la nada?– Louis dijo, obviamente en tono de burla, tomando como referencia sus palabras anteriores.

–Un momento, ¿A qué te referías cuando decías que no podías ver nada?

–¿Puedo hacerte la misma pregunta?– Rio.

Entonces volvieron a la misma situación, ambos mirándose a los ojos sospechando el uno del otro sin ser valientes de dar el primer paso, acusarse mutuamente.

–Vayamos al punto, ¿Sabes de mí y mi ayuda?– Harry rompió el silencio, atreviéndose a soltar lo que venía guardándose hace semanas.

Louis sonrió nuevamente y se acomodó en su lugar. Se frotaba las manos e imponía su presencia. Sin necesidad de utilizar sus palabras, Harry había recibido la respuesta afirmativa que esperaba, pero no deseaba. Eso sólo lo hizo odiarlo más.

–No fue fácil debo admitirlo. Eres muy cuidadoso con tus pasos.

–¿Y cómo demonios lo descubriste?

–El tiempo es algo loco, pero resulta ser que no eres el único que lo tiene a sus pies– Respondió tratando de aguardar el misterio a la par que guiñaba un ojo.

–¿Puedes viajar en el tiempo también?– Lo soltó finalmente.

–No, no tendría sentido que dos personas en el mundo pudieran hacerlo al mismo tiempo, simplemente no se puede– Harry no comprendió y Louis lo supo, así que se tomó el tiempo de explicar– Es algo así como la paradoja del viaje en el tiempo, no estoy seguro si es lo mismo, pero podría explicarse más o menos igual. Imagina que una persona quiere viajar en el tiempo para que algo de su pasado no ocurra, alguna mala experiencia que quiere borrar de su vida, entonces estudia y logra hacer una máquina del tiempo, viaja al pasado y evita lo que quiso evitar desde un principio. Entonces, ¿Qué ocurre? Nunca existió esa mala experiencia, por lo tanto, nunca existió la motivación para hacer la máquina, y entonces nunca fue creada. Como no fue creada, la mala experiencia ocurre y la persona nuevamente vuelve a estudiar para hacer la máquina del tiempo. ¿Entiendes lo que ocurre aquí? Se produce un bucle, es un círculo vicioso. Ahora imagina que hay dos personas que viajan en el tiempo y ambos se encuentran, llamémoslos sujeto uno y sujeto dos. El sujeto uno hace algo bueno para él, pero malicioso para el otro. El sujeto dos retrocede, entonces el que sale ganando es él. Ahora es el sujeto uno quien retrocede y hace lo beneficioso para él, por lo tanto, es el turno del sujeto dos para retroceder. Nuevamente se produce un bucle. Entonces sí, por si te lo preguntas, por una cuestión de equilibrio eres el único del mundo que puede retroceder, adelantar o pausar el tiempo.

Es cuestión de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora