𖥻 ִ ۫ ּ Baby omega ✦ [L.S]

.ᨘ۫.ꪶ🍼Mi Boo, mi alfa.

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-No quiero ir al cole, Boo. - con un puchero en sus labios, refunfuñó.

Louis corría por toda la habitación en busca de ropa para el omega. Supuestamente, Anne vendría hoy, pero hacía solo unos minutos el teléfono de Louis sonó, indicando que la mamá omega llamaba.

Con tristeza clara en su voz, le explicó al alfa que, por órdenes claras de su jefe, debía quedarse en Manchester otro mes más.

No sabía cómo iba a comunicárselo a Harry. Ayer, sus tiernos hoyuelos marcaron la sonrisa en su rostro durante todo el día, y sus dientes de conejito se mostraban cada pocos momentos.

Se veía muy feliz, y todo porque vería a su mamá de nuevo.

-Lo siento, cariño. - se arrodilló para quedar en frente del rizado. Este, había cruzado sus brazos en su pecho, y un balanceo marcaba el ritmo de sus piernitas, puesto que no llegaba a tocar el suelo debajo de la cama.

Louis besó con dulzura impresa en sus labios su frente. Después, comenzó a ponerle unos pequeños calcetines hechos de algodón en sus desnudos pies.

Cuando vistió el último pie restante de los dos, dejó sus manos envueltas en este, acariciándolo con su dedo pulgar suavemente.

Un suspiro abandonó su garganta. No era partidario de llevar el omega al colegio, ya que desde el momento que sus ojitos se abrieron para brillar a la par de los destellos proporcionados por el sol, su carita se frunció.

El corazón del alfa se rompió en pedazos cuando el omega le rogó entre lágrimas quedarse en casa.

-Bebé. - con sus gentiles dígitos, levantó su pálida carita, sin embargo, un color pigmentado de rosa suave pintaba sus mofletes. - ¿Puedes decirme la razón por la cuál no quieres ir al cole?

Probablemente la sabía. De hecho, estaba casi al cien por cien seguro de la razón, no obstante, debía estar dispuesto a escuchar a su omega.

Y por supuesto que lo haría.

Harry lo miró con sus orbes brillando próximas lágrimas que bajarán pronto por sus mejillas.

-P-Porque, - hipó, mientras un puchero volvía a formarse en sus labios. - porque B-Brad y-y Steven me van a hacer pupa. - su naricita comenzó a colorearse de un color carmín. - Y-Y Eleanor y O-Oliver se van a reír, Boo.

Finalmente, sus fanales inundados en un gran charco de agua cristalina, pero con un centelleo cargado de miedo y dolor; se abrieron paso entre el calor que abrazaba sus mejillas.

Bajó su mirada a las reconfortantes manos que apretaban de manera suave sus muslos.

Y Louis trataba de no llorar. Su pecho se hundió en aquel profundo lago que componía los orbes del omega, y aquella necesidad de atraerlo a su pecho creció.

-Oh, mi dulce omega. Ven aquí, cariño. - lo cargó por debajo de sus axilas, entonces, el omega no tardó en abrazar su cuello con sus bracitos.

Pequeños sollozos abandonaban con angustia sus labios, sin embargo, no solo eran sonidos que despedía su garganta, sino todo el pánico y temor que su pecho le recordaba constantemente en el momento que debía pisar el suelo de su colegio.