Capítulo 10

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Muy bien dicen que el que juega con fuego se quema. Pues en estos momentos me estoy quemando, le estoy pidiendo a la tierra que me trague en estos momentos y me escupa no sé... ¿En Dubai?

—Hoooola Tía Alicia... —le di una sonrisa nerviosa.

—Ningún tía nada. —se acerca a mi en grandes pasos y me toma por la mano y me hace caminar— Tu madre me llamó para que viniera a la preparatoria hoy, porque la llamaron para preguntar el por que no habías entrado a clases el último día. —me suelta y se cruza de brazos— ¿Me puedes explicar que fue lo que hiciste y por qué no entraste a clases?

De verdad que con todas las fuerzas que tenía traté de no reírme en su cara. Es que se veía muy graciosa. Mi tía Alicia es como mi madre pero es más bajita (y yo soy baja) parecía un pitufo enojado.

—Me sentí mal. —me encojo de hombros.

—Yo te veo muy bien jovencita. —me dice de brazos cruzados mientras levanta una ceja.

—Si tía, es que estoy mucho mejor y suuuuuper relajaaaada. —me empiezo a reír porque a la distancia vi que Owen cayó de culo otra vez y se estaba quejando refunfuñado.

—¿Que es lo gracioso Brigitte? —pregunta mi tía ya alterada.

—Ay tía, relájate. No ha sucedido nada, es más, ya me viste ¿No? Estoy bien. Llama a mamá y se lo dices. —Le doy una sonrisa.

—Gracias a Dios estás bien. —me tensé a la mención de Dios.

Mi tía es una mujer religiosa, muy pulcra en eso. Siempre asiste a todas las reuniones que hacen. Cada vez invita cada domingo a mamá y a mí, a asistir a la iglesia, pero no me gusta ir, no después de todo lo que pasó.

—Si... —le respondí. No quería entrar en confrontación con ella, estaba muy relajada para hacerlo.

Mira al cielo dice— Gracias señor. —cierra sus ojos y deja escapar una exhalación— bueno. —abre sus ojos y me mira— Ya estás bien. Ahora me puedo ir porque tengo cosas que hacer, vine a ver si todo estaba en orden y Gracias al señor que sí —me sonríe y me da un suave apretón al hombro— Que Dios te bendiga siempre mi niña.

—A-amén... Tía. —sonreí forzosamente.

Luego regresamos a donde estaban los demás. Mi tía se presenta y saluda a todos los chicos y luego se retira.

—Tu tía es muy buena persona. —me responde Alisson sonriente. Pero la sonrisa se le esfuma al pensar algo— ¿Se dió cuenta que estabas drogada? —pregunto preocupada y yo niego con la cabeza.

—Menos mal que no. —solté una risa— porque si no mamá me mata y todo sería por el. —señalo a Owen y el frunce el ceño divertido.

—¡Oye! Yo solo te ofrecí. Tú tenías que negarte. —me reí a su expresión loca de su cara.

—Tu me tiraste humo en la cara. —me puse las manos en las caderas.

—Dios mío. Hay que ver que son bien idiotas para drogarse en un sitio educativo. —comenta Alisson negando con la cabeza— Ven Brigitte. —me toma de la mano— Vamos a casa, ya se terminaron las horas de clases. Tenemos que irnos para que se te pase toda volada que tienes.

—Pero yo... —me detiene.

—Esto es un no, vámonos. —me empieza a guiar y luego se detiene para despedirse que por poco se le olvida— Ah. Adiós chicos, nos vemos más tarde.

—Adiós Alisson. —le da una sonrisa Ethan a Alisson, con brillo en sus ojos— Oye, recuerda la propuesta que te dije. Me das una respuesta en la fiesta de Owen.

Tan cerca y tan lejos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora