Khairl, se encuentra con su padre y hermano en el comedor terminando de cenar, se sienta junto a ellos y les cuenta como se encuentra Shinsei.
Piensa por un momento contarles lo que Kyram le ha dicho, pero mejor decide no hacerlo, no aún, no es el mejor lugar ni el momento adecuado. Ya que todavía le cuesta asimilar lo que pasó hace un rato. Cuando ellos terminan de cenar. Se despiden y cada uno se dirige a su habitación a descansar.
Después de haberse duchado y ponerse ropa más cómoda. Khairl regresa a la habitación de Shinsei para acompañarlo. Acerca una silla al lado de la cama y trata de darle la sopa que la sirvienta le había llevado antes, pero como estaba caliente, no se lo pudo dar, pero como ya estaba tibia, podía dársela.
No comió mucho, ya que sólo podía pasar líquidos. Por lo tanto aprovechó para darle los medicamentos y un elixir energizante, para ver si con eso, podría recuperar algo de fuerza y vitalidad para recuperarse más rápido y lo dejó que continuara durmiendo.
Tomando asiento en la silla, se acomoda apoyando sus brazos en la cama y agarrando la muñeca de Shinsei para sentir su pulso.
En las profundidades oscuras de una mansión, dos hermanos de mediana edad están enfrascados en una acalorada discusión.
"Tienes algo que ver con el secuestro de mi hijo. Dime la verdad... acaso no te bastó con maldecirlo con esa espina negra." Golpea con furia, con ambas manos el escritorio de madera negra.
"Hermano... ¿Por qué tu afán de culparme por todo lo que le pasa a tu hijo? Bueno, no voy a negar lo de la maldición." Sirviéndose una copa de whisky en las rocas, bebe un trago y continúa. "Yo no me preocuparía por eso en estos momentos." Y con una risa forzada en sus labios bufándose de su hermano.
Con sorpresa en su mirada pregunta dudando. "¿Qué dices...? ¿De qué demonios estás hablando.? Explícate...
Sin perder su cara de asombro, que lo hace verse adorable."Ay...! Hermano...¿Qué tan ingenuo eres.? No te das cuenta, no sientes en el aire ese poder que yo busco." Agitando los dedos de su mano derecha y olisqueando en el aire, parado entre su escritorio y su sillón.
"¿Qué quieres decir...? No me digas que...." su cara refleja miedo, terror de imaginar que su peor pesadilla se estaba a punto de hacerse realidad.
"Ja ja... así es... Cassios. Él ha aparecido. Puede que venga a cobrar venganza." Bebiendo otro sorbo de su trago, se sienta en su sillón y meciendo su copa.
"Además, como trataste a su madre ¿quién no.? Yo en su lugar lo haría. En todo caso, está también la relación que llevaba con tu hijo." Llevando unos dedos juguetones a su barbilla y con un rastro de sinismo que se escucha en su voz.
"Apropósito Cassios... ¿qué tipo de relación era.? Aahh... del tipo amorosa ¿verdad.? No fue por eso que los separastes. Y de paso, también arruinastes mis planes. Sino le hubieras permito a Astored que se llevara a Khairl. El que estaría llevando esa maldición sería él, no tu hijo. Yo lo mantendría alejado de Shinsei.
Cassios, con la ira desbordando de todo su ser, apreta los labios y los puños, no sólo por las palabras rencorosas que escupe su hermano mayor. Sino, ante la preocupación de que haya aparecido Khairl y que también arruine los planes que tiene para su hijo. Con todos estos pensamientos revoloteando en su cabeza, tiene que pensar una forma efectiva para que no se encuentren. Lo que él no sabe es que es inevitable el encuentro de ellos dos.
Además ellos están tan cerca, el uno del otro que es sólo cuestión de tiempo para que esten cara a cara y tratar de recuperar el tiempo perdido.
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El Coleccionador de Dioses:Cuando el pecado y la traición se Llevan en La Sangre
RandomKhairl, es un niño que vivía con sus primos, pero es con el mayor con el que crea lazos de profundo amor, por lo cual el padre de éste decide separarlos, enviándolo a un Santuario. Shinsei al saber esto, no quiere separarse de Khairl, su primo menor...