CAPITULO 33: Añoranza y desesperación.

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Mira fijamente la espalda ancha de quién pregunta. "Sé algo jóven, sólo lo que una noche les escuché hablar a su padre y a sus tíos en el despacho del amo Deymoss. Le hablo de cuando el jóven Khairl tenía unos 5 años aprox. Precisamente hablaban de él y de cómo iba a cambiar el destino del mundo con sus habilidades innatas de poder interpretar y hablar otras lenguas para descifrar el contenido de unos vetustos rollos y poder manipular al jóven Khairl para sus oscuros planes de dominación y destrucción. Y que al igual que usted poseen un gran poder oculto, no obstante en el jóven Khairl es aún mucho más poderoso e inimaginable, por ser hijo de un gran y poderoso dios, quién fue el que engañó a la señora Astored, quien también es una poderosa diosa. Bueno usted sabe el resto de ésa historia. Y yo creó que eso es lo que el jóven Khairl vió en su visión y es lo que me pidió que le dijera que no lo buscara y que pase lo que pase su corazón estará siempre con usted.

Shinsei baja la cabeza y no entiende porqué Khairl no le contó esto a él, siendo tan cercanos, por no decir casi íntimos y siente mucha tristeza en su alma, como si un rayo le hubiera caído encima y lo partiera en dos pedazos como a un árbol. Suspira en lo profundo de su corazón, cierra sus ojos con mucho pesar y golpea la pared con furia.

Frank lo observa detenidamente, sabe lo que piensa por su actuar y lo entiende y con una voz apagada pero firme trata de animarlo. "Jóven Shinsei, no se culpe, lo que pasó esa noche era inevitable, el jóven Khairl me confió esto de manera apresurada, porque sabía lo que iba a ocurrir y no tenía mucho tiempo para poder esperar a manifestárselo a usted. Yo también vi en el jóven Khairl la tristeza y la melancolía en su rostro y la desesperación que sentía su corazón. Yo también tengo la culpa... no debí haber esperado tantos años, para hablar de éste secreto. Pero usted desde ese día en que tomó la decisión de ir al Santuario era poco el tiempo que venía y lo que lo veía, por lo tanto se me hizo difícil encontrar una oportunidad para hablar con usted." Apreta su mano derecha en un puño contra su pecho con fuerza baja la mirada y cierra los ojos.

"Lo siento jóven... por mi culpa esta sufriendo, lo mejor hubiera sido seguir callando, aunque la culpa me carcoma el alma. No me gusta verlo así." Frank voltea para darle la espalda a Shinsei.

Recuerda a aquel niño que corría por todos lados y metiéndose en problemas por culpa de Khairl con sus bromas y por eso el padre de Shinsei lo reprendia muy a menudo y le prohibía que no se le acercara a Khairl. Por un tiempo lo consiguió, lo que duró medio año. Solo se hablaban de lejos, levantando las manos se saludaban, pués el jóven Khairl no soportó tal situación, buscaba o inventaba maneras de provocarlo para que se le acercara y lo regañara para así hablar con él, aún así no lo conseguía. La situación cada vez lo está volviendo exasperante por acercársele. Hasta que un día se encontraron en las duchas que dan a la piscina que se encuentra en el patio central de la mansión, por casualidad. Khairl que está a punto de entrar en una de las duchas para mojarse previamente antes de entrar en la piscina, mientras se quita su bata de baño lentamente mostrando los hombros desnudos uno a la vez; sabiendo que su primo mayor lo observa, pués éste sigue con su actuación haciéndose de que se percata de repente de que Shinsei lo mira desde la ducha que está en la esquina del gran baño, él cubierto con una bata de baño, pués terminó de ducharse para quitarse el exceso de agua de la piscina en la que estuvo nadando. El ambiente se puso tenso, a la vez cálido y el vapor del cuerpo de Shinsei volvió a hacer subir la temperatura del lugar haciéndose irrespirable para él, mira los hombro que fueron desnudados coquetamente se sonroja y mira hacia otro lado haciendo que su respiración sea errática, trata de disimular tranquilidad pero sabe muy bien en su corazón que es imposible, se acerca lentamente a Khairl dando un paso a la vez descalzo, con su pecho oprimiendo una queja. Khairl ve esos ojos de ira reprimida y desconsuelo que se acercan a él, a lo que su cuerpo responde retrocediendo despacio sujetando con ambas manos su bata que estaba a punto de sacarse, para que su espalda terminara chocando con la pared de la ducha a la que iba a entrar. Shinsei ya estaba frente a él, coloca su brazo derecho en la pared acorralándolo para que no escape, acerca su boca al oído derecho de Khairl y deliberadamente le dice con una voz suave y agitada sonando más como una queja. "Te atreves a provocarme de esta manera tan seductora, y no finjas que no sabías que yo estaba aquí." Con su naríz rozando la oreja de Khairl levemente.

El Coleccionador de Dioses:Cuando el pecado y la traición se Llevan en La SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora