20 formas de decir adiós. (Prosa poética)

Para Damaris.

Y es que...
Que puedo decirte a ti...
Los seguidores, los libros, mis males y los tuyos. Todo eso da igual.
Todo eso da igual porque sigo despertándome cada mañana esperando encontrar a una persona parecida a ti.
Y lo peor es... Que sé que cuando la encuentre le pondré pegas, porque esa persona se parecerá a ti pero no serás tú.

La noche, tu cara, tu forma de leerme y de entenderme, todo eso es la única verdad que quiero saber por el resto de mi vida. Que todo lo demás sea mentira, me da exactamente igual si al final del día tú eres mi única verdad.

Estoy intentando ser mejor persona, porque antes las cosas no estaban funcionando de la forma correcta, y tú lo sabías antes que yo mismo, y en vez de decirme que había algo que estaba mal, decidiste dejar que me estrellara porque sabes que esa es la única forma que tengo de aprender.

Tú eres la estrella que deja que me estrelle y por eso quiero que seas el cielo al que le rece cada madrugada. Sin religiones ni biblias, sin moros o cristianos, solo tú y mi amor por ti.

Y si algún día piensas que serías más feliz con otro no habría ningún problema, porque yo nos amo a nosotros juntos, pero más te amo a ti, aunque elijas estar sin mí.

Perdona cada error, perdona que vuelva así como si nada después de decirte que me iba...
Siendo honesto, me fui porque no sabía que hacer con tanto. Y qué tonto fui al pensar que la distancia disminuye las emociones.
Te juro que no hay distancia, ni a mil años luz que pueda disminuir la felicidad que me produce estar frente a ti.

Porque tú eres la mitad de todo lo bueno que hay en mí.

Porque tú eres todos los colores bonitos juntos.