Capítulo 11

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Fue al comedor a beber mi agua mientras veía mi celular, en unos pocos minutos saldría a correr porque necesitaba hacer ejercicio, necesitaba desestresarme.

Mi celular comenzó a vibrar y vi el nombre "KAIA" y una foto de ella iluminar la pantalla, ni sabía cuando había agregado su número pero fue agradable verlo en mi pantalla.

A pesar de que ya no me caía bien su hermano.

Imbecil.

—¡Hola!— fue lo primero que escuché al responder.

—¡Hola!— respondí de igual forma frunciendo el ceño.

—¿Cómo estás?— preguntó y pude escuchar como algo se movía al fondo.

—Pues bien y tú?— devolví la pregunta y me levanté del comedor caminando hacia la cocina para proceder a depositar el vaso de agua en el lava platos.

—Excelente— hizo una pausa —Te quería preguntar que si quieres venir a casa, podríamos hornear pastel y hablar— se escuchaba algo nerviosa.

Fruncí el ceño pero igual respondí.

—Vale pero no podré ir ahora, qué tal si voy en una hora? ¿Está bien?

—¡Genial! Te espero a las— alargó la "S" —5:00 PM, sin falta— luego de decir aquello cerró la llamada.

Ok.

Salí de la casa y me coloqué mis audífonos poniendo mi playlist habitual en aleatorio, me gustaba escuchar a Lana del Rey, su música no era la mejor para hacer ejercicio pero pues habían cosas que en mi funcionaban al contrario.

Tardé alrededor de media hora corriendo por las calles de Wilson, algunas personas me miraban y me incomodaba un poco como miraban mi cuerpo.

¿Qué no eran religiosos?

Decidí subir el cierre del suéter deportivo que llevaba porque ya estaba harta de tantas miradas.

Volví a la casa faltando 10 minutos para que fuesen las 5:00 PM.

Me bañé lo más rápido que pude e igual me cambié a la velocidad de la Luz quedando como resultado final yo con un vestido negro de tirantes amarrados y escote en corazón, me coloqué unas vans y deje mi cabello suelto.

Tomé una chaqueta y antes de salir me maquille un poco.

Rubor y labial.

Ya estaba tarde, unos minutos más no harían la diferencia.

Me vi en el espejo por última vez para confirmar que me veía bien y salí de mi habitación.

Luego de cerrar la puerta principal detrás de mi me dirigí a casa de los Stein.

Al llegar me quede unos segundos mirando la puerta.

Luego de lo que había sucedido el otro día realmente no sabía que pensar, ¿Y si me encontraba a Frey? Lo más probable es que lo mirase mal mientras trataba de contener las ganas de acercarme.

Era el único hombre que me atraía de esa forma.

Igual eso no fue lo único extraño la última vez que estuve aquí, literalmente tenía un pie en la tierra y otro en Narnia.

Toqué el timbre y segundos después la hermosa rubia matriarca de la familia abrió la puerta.

—Hola— me dijo con una sonrisa, se veía radiante, como siempre.

 OSCUROS ||Frey Stein||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora