OSCUROS ||Frey Stein||

Capítulo 22

Hace un día habían encontrado el cuerpo de Natalia, claramente estaba muerta, eso me lleva a pensar que la persona que anda causando todo esto, falló.

3 suicidios (sin contar el de Leah) y un homicidio.

Hoy se llevaría a cabo el funeral de Natalia, la verdad ella no me importaba tanto, bueno, no me importaba nada, no voy a mentir, pero le importaba a Leigh y claramente a Leigh le afectó su muerte, a pesar de las cosas que habían pasado antes de que Natalia desapareciera.

Me aleje de Leigh cuando me dijo que quería estar unos minutos a solas, supongo que para despedirse.

Me giré y caminé hacia el auto para esperarla allí.

Vi una sombra pasar entre los árboles más no me moví de donde estaba, mire por donde se dirigía y volteé hacia otro lado frunciendo el ceño.

Joder, que frío estaba haciendo, no debí haberme puesto un vestido sin mangas.

Moriré de hipotermia.

No había visto a Frey desde hace unos días, no desde que lo vi el otro día por la ventana peligrosamente cerca de mi hermana y no desde que Leigh prácticamente denunció a los Stein por secuestro y a Heist de homicidio.

Claramente todo lo negaron y no hallaron pruebas contundentes, Heist salió bien librado y Leigh como una loca.

Por el mismísimo demonio, le había dicho claramente que no se metiera en cosas que no le importaban pero nunca me hace caso.

Claro, todo el drama nos duró mucho, Leigh y Heist volvieron a ser los mismos, dos idiotas que fingen ser quienes no son. Tal vez sea cruel pero cierto.

Aunque yo tampoco puedo decir mucho.

Y respecto a Frey y Leigh, no creo que a Frey le guste Leigh ni que a Leigh le guste Frey, sin embargo se que me están ocultando algo y quiero saber que es.

Levante la mirada sintiendo que alguien me observaba y me encontré con una chica de lindos ojos verdes y largo cabello azabache.

No recordaba haberla visto nunca por aquí.

Ella al notar que me había dado cuenta de que me veía se sonrojó y se acercó.

-Hola- Su voz era linda, algo chillona pero linda.

-Hola- devolví el saludo sonriendo un poco mientras echaba mi cabello hacia atrás, me estaba estorbando, agh.

-Lamentó si te hice sentir incómoda....

La detuve antes de que continuara, volví a darle una mirada al bosque.

-Está bien, linda- entrecerré mis ojos volviendo mi mirada hacia ella -jamás te había visto por aquí ¿Acabas se mudarte o solo es algo de paso?-

-Oh solo de paso, estoy con unos amigos- respondió sonriendo.

-¿Cuál es tu nombre?- pregunte.

-Padme ¿Y el tuyo?

-Darah.

—Bueno Darah, fue un gusto conocerte pero ya debo de irme, mis amigos me esperan- ella se acercó a darme un beso en la mejilla justo cuando giré mi cabeza causando que nuestros labios impactarán por un segundo -Lo siento, lo siento. Dios.

-Está bien- trate de calmarla riendo. Mierda.

-Discúlpame, en serio.

-Está bien, tranquila- ella miró detrás de mi y frunció el ceño, no tarde mucho en saber porque lo hizo, unas manos se posaron en mi cintura apretándola un poco.