Capítulo 16

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¿No les pasa qué hay días en los que sienten que son una completa mierda?

Pues justo así me siento yo.

Me he levantado dos veces de mi cama en lo que va del día solo para ducharme, buscar agua y goma de mascar.

Ni siquiera se la razón por la que me siento así, y es completamente frustrante, siento de todo y nada a la vez, es como nada.

Cómo si yo fuera nada.

Cosa que no estoy muy lejos de ser últimamente.

He tratado de leer para dejar de sentir eso, he escuchado música, pero me sigo sintiendo inservible.

Y quiero llorar pero tampoco sale nada de mis ojos.

Simplemente estoy aquí.

Se qué hay algo que podría hacer que me sienta de otra forma pero eso es algo que me prohibí hacer hace mucho tiempo.

Podría simplemente hacerlo, nadie se daría cuenta pero eso significaría tirar a la basura mi esfuerzo de todo un año.

Cazar.

El sonido de la puerta siendo abierta me sacó de mis pensamientos.

Mire a la persona que había entrado.

—Debes de levantarte— dijo Leigh sentándose a la orilla de la cama e intentando tocarme pero la alejé, no quería que me tocaran, estaba irritable.

—Solo déjame, por hoy— traté de no sonar tan borde.

—No puedes esconderte aquí cada vez que estés así, lo cual se está haciendo cada vez más frecuente, Darah, te estas consumiendo— voz sonaba preocupada.

—Leigh— pronuncié su nombre con toda la calma que me fue posible -Si me quiero esconder cada vez que me siento como una mierda, es mi problema, no tuyo, sé que tratas de ayudar pero créeme que es lo que menos estás haciendo. Yo no me meto en tus mierdas cuando estás depresiva así que déjame en paz.

Ella me miro con tristeza y simplemente salió del cuarto sin decir más.

El tiempo siguió su curso hasta que dieron las 3:00 de la madrugada, quisiera decir que me siento mejor pero no.

Pienso si debería tomar una pastilla para dormir, hace tiempo que no las uso, tal vez no esté mal volver a hacerlo.

Me levanté de la cama y caminé hasta el baño para buscar el pequeño frasco de pastillas y tarde más de lo que pensé en buscar esas cosas.

Volví al cuarto y fruncí exageradamente mi ceño al ver una sombra en el centro de mi oscura habitación.

Apreté el frasco de pastillas, pensé de que forma podría hacerle daño a alguien con un esto pero no es mucho el daño que podría causar.

Así que sin otra opción, corrí a la puerta donde también se encontraba el interruptor para encender la luz.

<<Idiota>>

Justo dos pasos antes de llegar a la puerta sentí unos brazos rodearme, iba a gritar pero una mano cubrió mi boca.

Al menos me dio tiempo a encender la luz.

 OSCUROS ||Frey Stein||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora