capítulo 26 :retroceso

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Subaru trataba de abrir de abrir sus ojos, pero sentía una enorme pesadez en ellos, trato de mover sus piernas, sus brazos, su cabeza, pero sentía como si estuviera congelado, sentía como si su cuerpo flotara sobre el agua, era extraño.

Con gran esfuerzo logro abrir sus ojos, y vio una oscuridad infinita, movió su vista a cada lado, arriba y abajo, pero solo veía el negro de la nada, trato de hablar, pero las palabras no salieron de su boca, sentía un escalofrío enorme, sentía como si millares de ojos se posaran sobre él, sentía que era observado por la oscuridad en la que flotaba.

Estaba asustado.

No era como aquel lugar que veía al morir, no veía a aquella mujer de cabello plateado, no veía a esa bruja.

Entonces, sintió su cuerpo caer, sintió como si estuvieran aplastándolo con una gran fuerza, el dolor parecía ser insoportable, pero el sonido de sus gritos era incapaz de ser escuchado, incluso por el mismo.

Aquella fuerza tiraba de el hacia abajo, si es que realmente está yendo hacia abajo, sentía aquella presión haciéndose más fuerte a cada momento, y entonces, algo volvió a tirar de el en dirección opuesta, no era como aquella presión, sino como si fuera abrazado por cientos de manos, manos que se oponían a los millares de "ojos" ocultos en la oscuridad.

Sentía que se "elevaba", y aquella presión disminuía, sentía como su cuerpo se volvía liviano, pero aquella horrible presión volvió hacia él, su cuerpo se "movía" hacia distintas direcciones, sentía como si dos fuerzas trataran de llevárselo para si mismos, sentía que su cuerpo se partiría en dos.

Subaru sentía que podría morir, esta vez para siempre, el miedo recorrió su cuerpo, y trato desesperadamente de moverse, de ir hacia "arriba" con aquellas "manos" que lo elevaban.

Su cuerpo se movió con brusquedad, y la pesadez volvió a su cuerpo, y sus ojos se cerraban, no quería hacerlo, sentía miedo de hacerlo y no abrirlos para siempre, pero no sirvió de nada, la nada se volvió más oscura, y entonces, un enorme brillo blanco lo cegó al instante.
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Subaru abrió sus ojos, y el destello que vio se había convertido en una débil luz rojiza que entraba por la ventana de la habitación, salto de la cama en la que se encontraba y vio su alrededor.

Se encontraba en la habitación que le había dado Cesar, el dueño de una posada en la que se encontraba, se dirigió a la ventana de la habitación y vio la ciudad de Liria, las calles y algunas personas caminando por ellas, Subaru supo que aquella maldición había funcionado.

Recordó todo lo que había pasado en esos momentos, y decidido a cambiar las cosas, de dirigió a la puerta, pero no llego a ella.

Sus piernas fallaron y este cayó al suelo de madera, se sintió cansado en exceso, y sin saber que pasaba con su cuerpo, sintió unas enormes ganas de vomitar, algo salía de su cuerpo, subiendo por su garganta.

Con pánico, busco una cubeta que había en la habitación, y dejo salir todo, con una tos ahogada, Subaru vomito un líquido rojo, era sangre, y en una buena cantidad.

Sintió asco y miedo al ver el interior de la cubeta, pero no tenía tiempo para eso, trato de levantarse, pero nuevamente cayó al suelo, sus piernas no respondieron bien, sus brazos, con los que trato de detener su caída, también fallaron y termino golpeándose la cara contra el suelo.

Respirar se volvió difícil, su cuerpo se sentía extremadamente débil, y sus ojos volvieron a cerrarse, mientras afuera de la habitación, comenzó a escucharse el sonido de las campanas que habían dado inicio a la invasión de Liria.

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En la habitación de una posada de prestigio, se encontraba un guerrero de armadura negra, estaba exaltado, no comprendió lo que estaba pasando.

ISEKAI QUARTET: UN NUEVO MUNDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora