capítulo 55

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El dúo conformado por el hechicero y la joven militar se encontraba surcando los aires alrededor del enorme golem metálico que surgió de las aguas, esquivando los continuos ataques de sus extremidades, así también como al gran número de esferas que les perseguían y disparaban.

La joven volaba a gran velocidad, esquivando a las esferas mientras que las cortaba con aquella daga que le entrego Ainz, realmente le asombraba la facilidad con la que era capaz de destruirlas con aquella arma, aunque comenzaba a verse abrumada por el numero continuo de ellas.

Por su parte el hechicero era capaz de sobrepasar las estadísticas de las maquinas, los disparos eran más que débiles, incapaces de atravesar sus defensas, mientras que Ainz tenía la facilidad de destruirlas hasta con sus manos esqueléticas.

Las esferas volaban y disparaban, el hechicero de la muerte era capaz de barrer con ellas hasta con el movimiento de armas invocadas, como una enorme alabarda de color oscuro y rojo.

Las maquinas no podían contra él, y se terminaban por convertir en trozos de chatarra antes de caer y perderse en las aguas.

-¡oye! ¡¿crees poder ayudarme?! –grito Tanya mientras disparaba su arma contra las maquinas que le seguían.

-este sería un buen entrenamiento, ¿no lo crees?

-¡ja! –exclamo la joven con una ligera risa.

Tanya aumento la velocidad de su vuelo, siendo seguida por varias de las maquinas, y pronto se dirigió a Ainz, pasando a su lado, haciendo que se viera envuelto en la persecución, y con el movimiento de su arma, las esferas metálicas fueron derribadas sin problema alguno.

Ainz dirigió la mirada a su amiga, la cual coloco una sonrisa maliciosa.

Pronto, la maquina gigante abrió más compuertas de su cuerpo en cortinas de humo, más de aquellas esferas estaban por salir, pero una enorme bola de fuego impacto contra ella, esparciéndose por la superficie rojiza, devorando a las maquinas.

-se están volviendo una molestia. –dijo Ainz.

La máquina salió de las llamas que le devoraban, dirigiendo un ataque hacia el hechicero, aquella extremidad se movió con fuerza y velocidad hacia su objetivo, Ainz saco otra arma, era algo similar a un bastón y a un martillo de color marrón, con un lado plano circular, y con ella impacto contra el ataque que fue hacia él.

Y tras impactar el metal contra el objeto, el resultado fue, que aquella extremidad retrocedió con gran velocidad, como si hubiera sido empujada con mucha fuerza, haciendo que la maquina perdiera el equilibrio yendo hacia atrás.

Con la fuerza de sus extremidades bajas, la maquina se recuperó, y volvió a atacar a Ainz, el cual recito un hechizo. –[reality slash].

Y pronto, el hechizo impacto con la extremidad de la máquina, y lo corto limpiamente, el metal cayo a las aguas en movimiento salvaje junto a un enorme ruido.

-conque con ese hechizo es suficiente, pensé que sería más difícil. –comento con tranquilidad.

La máquina se quedó quieta por otros instantes, como si estuviera observando a Ainz, pronto, esferas metálicas cercanas comenzaron a ir hacia él, como si la más grande les hubiese ordenado hacerlo.

Y aunque eran demasiado débiles como causarle daño al hechicero, su enorme número le nublo la vista por momentos, Ainz pensaba en las maquinas pequeñas como una verdadera molestia, como una nube de mosquitos, los cuales pensaba despedazar.

Ya había visto que el hechizo de [fire ball] era bastante efectivo contra las esferas, por lo que no dudo en usarlo otra vez, las llamas devoraron a las maquinas, pero de alguna forma no noto que “el golem” había lanzado un ataque.

ISEKAI QUARTET: UN NUEVO MUNDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora