capítulo 48

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Una amplia habitación era iluminada por la tenue luz de lámparas colocadas en cada esquina de esta, y un pequeño candelabro colgaba en su centro, dos paredes estaban cubiertas de estanterías, las cuales estaban repletas de libros.

Y en una zona de esa habitación, había algunos muebles que estaban siendo ocupados por individuos especiales, una joven rubia, un pelinegro, un castaño y un hechicero frente a un largo escritorio de madera clara.

-¡esto es demasiado complicado! –grito el joven castaño.

-te gusta quejarte mucho ¿verdad? Kazuma. –pregunto su amigo, Natsuki Subaru. A la par que dejaba de ver el libro frente a él.

Kazuma por su parte, solo le dirigió una mirada cansada a la par que dejaba una pluma caer en el escritorio, la cual, mancho ligeramente la clara madera por la tinta de la punta. -¿me vas a decir que esto no es cansado? Sé que es importante tratar de entender el lenguaje. ¡pero esto es absurdo!

A los quejidos de Kazuma, la joven rubia a su lado ya estaba llegando a su límite. Por lo que presiono con fuerza un libro entre su mano, y con ello, golpeo la parte trasera de la cabeza del joven, causando un fuerte ruido seco.

-¡ya estoy más que harta de tus quejas! –grito Tanya, levantándose sobre la silla en la que estaba. -¡te quejas del entrenamiento! ¡te quejas del medio de transporte! ¡falta que te quejes de tu madre!

-¡ah! ¡ya deja de golpearme! ¡Ainz detenla!

A los gritos del joven, el hechicero solo bajo un libro que tenía en su mano, y también un monóculo que sostenía con la otra. Soltando un suspiro cansado antes de dejar el libro a un lado suyo y tomar otro para leerlo.

-¡me ignoro por completo! ¡sé que no tienes orejas, pero no estas sordo! –grito Kazuma.

Por su parte, Ainz sentía que una vena inexistente en su cabeza estuviera a punto de reventar, apunto con su mano y libero un aura de miedo de bajo nivel.

A ello, Kazuma sintió una fuerte corriente de sudor helado recorrer su espalda y como si toda su energía se acabara, Tanya por su parte solo se calmó, al parecer no había sido tan afectada.

-Tanya tiene razón. Te quejas demasiado por muchas cosas. –dijo fríamente.

Kazuma solo trago saliva y se quedó en silencio… -lo siento…

-eso si fue atemorizante… por favor no lo hagas de nuevo… -comento Subaru antes de seguir escribiendo unas palabras en un pedazo de papel de tono amarillo.

-lo tendré en cuenta. –respondió Ainz dirigiéndole la mirada. “¿no le afecto como a Kazuma? Lo entiendo de Tanya… pero el… ¿es enserio?” –pregunto en su mente a la par que comenzaba a hacerse varias preguntas, pero decidió dejarlo de momento y enfocarse en el libro en sus manos.

Tras un rato de leer las hojas del libro, lo dejo a un lado para seguir con otro, viendo que muchos eran cuentos, algunos infantiles o historias al parecer “ficticias”, pero no podía estar seguro de eso. “reina de los mares… un país perdido” –pensó mientras leía, y una pequeña llama se encendió en su interior, la “sed de exploración” … pero dejo aquel libro antes de ir con otro.

-aprender esto será complicado… -comento con desanimo Kazuma, a la vez que repetía algunas palabras sobre la hoja de papel y al lado suyo su traducción.

-sí, lo será, pero no se puede hacer nada, Ainz no tiene más de esos monóculos. –respondió Tanya.

Y con aquellas palabras, el grupo continuo en su camino para aprender el lenguaje de este mundo, o al menos el de la nación de Levia.

ISEKAI QUARTET: UN NUEVO MUNDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora