QUEDATE A MI LADO

21-DUDAS

Xiao Cheng suspiró agotado en canto su novio estacionó el auto fuera de su casa. Sabía que su hermano ahora estaría enterado de su relación, por algo Yue era su mejor amigo y confidente. Pero lo que más le preocupaba, era saber por qué razón habrían entrado a esa casa, y quién era el castaño que lo acompañaba.

—Entonces... ¿Hablaras con Zhan sobre nosotros?—cuestiono Haikuan.

—Sí, le diré que quiero que se conozcan.

—Bien...—asintió el Alfa—. En cuanto a lo de Li y el entrar a mi casa, promete que irás con calma. No te enojes con él.

—Ya te dije que no los subestimes, son niños pero también muy capaces de hacer cualquier estupidez.

—Sólo no quiero que te estreses o enojes...me preocupa que eso te afecte—insistió Liu Haikuan.

—¿Afectarme? Crecí con dos hermanos menores, no tienes ni idea de las travesuras que aguante. Prácticamente soy de acero cuando se trata de ellos—bufó Cheng.

"Dile que lo sabes..." Murmuró él lobo del Alfa.

<<No es el momento, él me lo dirá cuando esté listo>>

"Puedo sentir que espera un cachorro... ¿Será niño o niña?"

<<No presiones, todo a su tiempo>>

"Toyo a Shu tiemplo..."

<<¡Oye!>>

—¿Haikuan? ¿Hola? Tierra llamando a mi Alfa, ¿Ahora que te pasa?

—¿Qué? No es nada, lo siento—sonrió el mayor ante la mirada de su novio.

—Como decía, hablaré con Zhan de forma calmada y tranquila. No le diré sobre Li, no sé si sabrá de eso, pero si le preguntaré por qué se metió a tu casa.

Xiao Cheng beso en los labios al mayor como despedida y bajó del auto, camino hasta la puerta de su casa y sonrió una vez más a su novio mientras esté se iba.

—¡Ahora sí vas a explicarme qué mierda hacías en la casa de los Liu!—espetó Xiao Cheng al abrir la puerta.

Xiao Zhan estaba sentado a la mesa con una taza de café mientras hablaba con Yue Yang por teléfono, cuando escucho el grito de su hermano y por poco hace caer todo al suelo. Colgó la llamada y se giro sorprendido.

—¿Qué? ¿De qué hablas?

—No te hagas el inocente.

—¿De dónde sacas esa idea?

—¿Quién crees que te envío ese mensaje?—replicó el mayor tomándolo de la oreja.

—¡Ahhh! ¡Suelta! ¡Suelta!

—Responde.

—Yo...estaba allí para...cuidar de Yue, sale con ese idiota y no sabía qué pasaría en esa reunión...—respondió Xiao Zhan.

—Mentiroso.

—No miento...

—¿Y quién era el castaño que te acompañaba?

—Pues...es una larga historia...un poco complicada. Tu sabes..., a veces pasan cosas que uno no puede evitar, la vida es difícil y el destino pues caprichoso. Y una serie de eventos se mezclaron y lo conocí...y pues paso que, tu ya sabes...no sabía que...y después—empezó a divagar el azabache.

—¡No entiendo nada de lo que dices!

—¡Es mi Alfa!

—¿Tu qué?—repitió Xiao Cheng asombrado.