QUEDATE A MI LADO

12-ROSA BLANCA

Wen Han fulminó con la mirada al Omega, quién le devolvió el gesto con una sonrisa burlesca. La expresión de dolor y rabia en el rostro del contrario, parecía ser demasiado satisfactorio para el menor.

—No creo que te convenga una relación con Liu Yin—alzo la mirada—. ¿Sabes lo que hizo hace poco?

—Cállate—instó el Alfa tomando al otro del cuello.

—¿Seguirías con él aún sabiendo que le dió una golpiza al hermanito de tu mejor amigo?

Yue Yang apretó los puños con furia. No podía dejarse provocar por Wen Han, de hacerlo...no podría cumplir su objetivo de destruirlos a todos bajo las sombras. Contuvo su rabia y gateo en el colchón hasta Liu Yin abrazándolo desde atrás sin ceder a la tentación de ahorcarlo.

—Pues me hizo un favor. Ese niño no me dejaba tranquilo...

"Déjame que los mate ahora"

<<No. Haremos esto con calma... Sufrirán el peor tormento. Matarlos sería demasiado fácil para ellos... Además, eso traería consecuencias para nuestra familia>>

—¿Hablas enserio?—insistió el Omega sorprendido—. ¿No era tu destinado?

—Es un niño. ¿Qué se supone que puedo hacer con él? ¿Leerle un cuento?—beso a Liu Yin en los labios—. En cambio Yin...es un hombre... Y sabe moverse en la cama.

—¡Hijo de perra!—saltó Wen Han perdiendo la paciencia.

El Alfa le dió un golpe en el rostro, haciendo que el otro sangrara de la nariz y se detuviera para observar su sangre.

—Yin...

—¡Ya lárgate! ¿No escuchaste a mi Omega? Alejate de nosotros, ya no quiero volver a ver tu horrible cara.

Wen Han pataleo y salió de la habitación llorando de enojo, dejando a la pareja solos. El más alto atrajo a Yue Yang para cargarlo y luego dejarlo caer en la cama para empezar a besar su torso desnudo.

—No sabes las ganas que tengo de abrirte las piernas... No me hagas esperar tanto... Quiero anudarte.

"Deberíamos castrar a ese idiota" gruño el Lobo.

<<Creeme... Lo que haré, será mucho peor>>

Liu Yin continuo bajando, y finalmente bajó el pantalón de pijama para así poder lamer las piernas del Omega con desesperación.

—Nos casaremos y harás lo que quieras... Ya te dije. Si realmente me quieres solo para ti...cumplirás eso—lo jaló a su rostro para besarlo y cambiar de posición, sentándose en su regazo y meneandose para simular ser embestido—. Mientras más rápido nos casemos...más rápido estarás dentro de mi...

El Alfa levanto la pelvis disfrutando de la sensación e imaginando cuando por fin destrozara las caderas del menor. Lo quería con desesperación. Era suyo. Una obseción que jamás podría superar.

—Yin... estoy aburrido—susurro Yue Yang lamiendo su cuello—. Quiero algo para divertirnos...

—¿Qué quieres? Te daré lo que sea...—murmuro agitado por la satisfacción.

—¿Lo que quiera?

—Lo que sea...—gimió Liu Yin.

—¿Tienes dulces?—ronroneó el Omega—. Se que desde hace mucho ya los vas probando...

Liu Yin reaccionó tapando la boca al menor, y se giro rápidamente para ver qué su puerta estuviera cerrada.

—Mis padres no saben...—susurro—. ¿Cómo lo supiste?