QUEDATE A MI LADO

18-COMPLICACIONES

Aprovechando que Liu Yin estaba en el baño vistiéndose, Yue Yang realizo la llamada para dar la señal y camino sin ser visto por nadie hasta el primer piso, siguió su camino al sótano y en medio de la oscuridad llegó hasta la pequeña ventana que daba al jardín de los Liu. Tocó tres veces y empujó el seguro para poder abrirla con facilidad.

—¿Nadie te vió?—susurro Xiao Zhan asomándose del otro lado.

—¿Si me hubieran visto estaría aquí?—respondió con sarcasmo.

—Eh... olvídalo.

—¿Cuánto tiempo tenemos?—intervino Wang Yibo saliendo del otro costado.

—Liu Yin está cambiándose, saldrá en diez minutos. En cuanto a sus padres están en su estudio viendo algunas cosas, según se esperan a su hijo mayor. Así que apúrense.

—Bien, yo iré primero—dijo Xiao Zhan apoyándose en el marco de la ventana para pasar.

El azabache se arrastro para entrar al sótano, sin contar con que el marco tendría un gancho y su pantalón se quedaría atrapado en el. Gruño ante la mirada molesta de Yue, y le hizo una señal para que se fuera antes de ser visto mientras él y Wang Yibo entraban a escondidas. El Omega acepto y se fue en silencio, asegurándose de que nadie fuera al sótano cuando regresara al segundo piso.

—Mierda, no puedo desenganchar el pantalón—pataleó Xiao Zhan.

Wang Yibo se estiró para comprobar que tan enganchado estaba el contrario, y para su sorpresa solo se trataba de un simple metal. Sonrió ante la imagen del azabache con el torso dentro y las caderas y piernas aún en el pasto.

—Que buena vista...—murmuro acariciando los redondeados montículos del Omega—. Me temo que estás atrapado.

—Quita tus manos de mi trasero antes de que te golpee.

—No puedo evitarlo...se ve tan bien...

Wang Yibo gateo detrás del azabache y apretó ambas nalgas antes de ponerse de rodillas atrapandolo de las caderas.

—¿Qué? ¿Qué haces? ¡No te me pegues desvergonzado!—se sacudió al sentir al castaño apretarse a él.

—Ya deja de pensar mal, voy a ayudarte. Quédate quieto—gruño en burla.

El Alfa aprovecho la posición para acariciar la cintura del mayor despacio, bajo sus manos hacia él pantalón y jugo con el broche hasta quitarle el metal que lo atrapaba.

—Lo ves, mal pensado.

Xiao Zhan volteo a verlo enojado y termino de meterse por la ventana, se sacudió un con el rostro sonrojado y se cruzó de brazos mientras el otro entraba por la ventana.

—Eres un descarado, aprovechaste la posición para estarte frotando. ¿Crees que no me di cuenta?

—Solo te ayudaba...

Xiao Zhan y Wang Yibo  cruzaron cada pasadizo de la casa con suma cautela, evitando ser vistos por los empleados o los dueños, llegaron al segundo piso y fueron directamente a la habitación que Yue había dicho era de Liu Yin. Dejaron los paquetes de Rosa Blanca en el fondo del ropero y otros debajo de la cama.

Crear evidencia falsa sobre los Liu no les convendría, ya que no existía prueba alguna de que Liu Zanjin ni su esposa tuvieran contacto con el manejo de las drogas u otras sustancias, sin embargo el ensuciar su apellido con Liu Yin metido en prisión por tráfico de Rosa Blanca y otros escándalos vinculados con lo de encontraron Gao Ayanga y Wang Yibo.