Verdades a medias

Capítulo #14 Lindas mentirosas

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Finalmente suena la campana que indica el fin de las clases, lo cual hace que pueda relajarme un poco y tomar un profundo respiro de alivio

Las cinco chicas caminamos por un par de cuadras hasta llegar a la casa de una sola planta pintada de naranja y con patio pequeño, pero pese a que Cristal demerita mucho la casa de Silvia realmente es linda y siempre está limpia y ordenada

Por el interior es de color perla, con sofás color tierra y muebles modestos

—Mamá no llegara hasta pasadas las ocho, así que tenemos toda la casa para nosotras —la rubia abre la puerta al completo para que podamos entrar todas de una vez

—Como si eso fuera mucho

Ninguna se atreve a decir algo del comentario de Cris, así que únicamente caminamos a la habitación de Silvia

El cuarto está pintado de un viejo verde menta, hay una cama matrimonial  de madera en el centro con dos mesitas de noche a cada lado, ropa de cama aguamarina y un peluche con forma de rana, al lado de la ventana que da luz a la habitación esta un pequeño peinador con algunos cepillos, maquillaje y perfumes

En una de las esquinas hay un armario y un escritorio y junto a la puerta esta otra que da lugar al baño que es compartido con la habitación de su madre

Silvia toma asiento en la cama, las chicas dejan las mochilas a un lado de la puerta y yo abro la mía para sacar la bolsa negra del interior

—Usa esto tonta —Cristal estrella unos guantes de látex sobre mi pecho —y lávate las manos cuando terminemos

Ajusto los guantes a mis manos y nuevamente tomo la bolsa. Con una mirada mi hermana le indica a la otra rubia que vaya a preparar todo, lo cual ella hace sin siquiera decir pio; toma dos leños grandes, abre  la rejilla de la chimenea en la pequeña sala, hecha los leños y enciende el fuego

Arrojo la bolsa al interior de la chimenea y luego los guantes antes de que Silvia vuelva a colocar la rejilla, las llamas comienzan a consumir la bolsa hasta que deja ver la tela rasgada en color carmín

—Todo se reduce a polvo —comenta Rut —ya no hay pruebas de nada

—Te equivocas —la atención de nueva cuenta está centrada en Cristal —aún puede haber cabos sueltos, pero confió que lo que paso nos lo llevaremos a la tumba, a no ser que quieran adelantar la hora de eso

—Cris nadie dirá nada

La tomo de la mano para intentar calmarla, pero de un movimiento aparta mi mano, aún sigue molesta por lo de Cevallos 

—Creo que estamos olvidando la principal razón del porque estamos aquí, recordemos los viejos tiempos —toma las manos de Silvia y Rut —cuando todas creíamos ser buenas

Pasa su mirada por cada una con especial atención

— Preparen todo, iré por las palomitas de microondas a mi mochila, Silvia ven

Ambas rubias caminan a la habitación al final del pasillo, Rut enciende el televisor y coloca el USB seleccionando el primer capítulo de la primera temporada de lindas mentirosas

Mientras tanto Majo y yo vamos por platos, vasos y porta vasos a la cocina

—Ahora sí que te tiene en sus manos, antes podías arrepentirte, contar toda la verdad —niego con la cabeza

La pelinegra me quita los platos que sostengo y los deja sobre la isleta de la cocina. Me  niego a verla a los ojos, no le hare eso a Cristal después de todo es mi hermana