Verdades a medias

Capítulo #27 Junta de padres

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Muevo mi bolígrafo de un lado al otro esperando que el examen de geometría llegue a mis manos

—Ya lo saben jóvenes. Nombre, fecha y matricula con plumón azul, nada de negro o rojo, solo quiero regla, escuadras, transportador, lápiz, sacapuntas y borrador sobre la mesa —deja las tres hojas engrapadas que corresponden al examen sobre mi pupitre —a quien sorprenda copeando o con un acordeón le suspendo el examen y tendrá un cero como calificación

El profesor Mendoza camina de regreso a su escritorio una vez que ha terminado de repartir los exámenes

—Cuentan con media hora jóvenes, buena suerte

Todos se concentran en su examen, antes de bajar la vista al mío le doy una última mirada a Cevallos, solo espero que le vaya bien y así poder terminar con las tutorías

Con el bolígrafo comienzo a escribir lo que el profesor nos indicó, los primeros ejercicios son muy sencillos y creo que Gunter los contestara de manera correcta, pero los últimos dos llevan un poco de tiempo y temo que pueda confundirse con los temas

Entrego mi examen faltando diez minutos para el tiempo límite, salgo del aula, tomo asiento en la banca que está al lado de la puerta del salón, mi hermana, Majo y Rut son las siguientes en salir, veo a cada persona que sale esperando que sea Cevallos, pero es el último en salir

No me ve cuando lo hace, solo avanza por el pasillo y se pierde detrás de una columna, no es que esperara que me contara con lujo de detalles como le fue mientras nos arreglamos el cabello, pero al menos un asentimiento de cabeza o una mirada hubiera estado bien

—Carmina ¿no vienes? —Majo toma mi mochila —vamos a cambiarnos

A pesar de no entrar a las misas es obligatorio llevar el uniforme formal el día jueves a partir de las diez de la mañana. Majo se despide de mí en el patio y yo tomo asiento en una de las bancas

Está comenzando a hacer frio, los árboles se mesen de un lado al otro y el vestido del uniforme formal no es para nada abrigador, pero estar dentro me haría sentir miserable y aún más sola de lo que ya me siento

—Carmina —el joven hombre se sienta a mi lado

—Buenos días Gael —mete la mano en el bolsillo de su pantalón formal negro, saca una pequeña caja de metal, la abre y me ofrece el chocolate blanco que contiene —gracias

—Aun creo que me debes salir a tomar un café —me sonríe de lado y él toma otro trozo de chocolate — ¿puedes hoy? —niego con la cabeza

—Si está bien para ti

—Esta perfecto —se pone de pie y me sonríe —tengo que revisar algunos exámenes, nos vemos luego

Le doy una pequeña sonrisa y lo veo perderse entre los arboles del patio. Jugueteo con el dobladillo de mi vestido hasta que siento como a mi lado un cuerpo se deja caer

Gunter se reclina de manera despreocupada sobre el respaldo del banco, estira sus largas piernas y cruza los brazos detrás de su cabeza

Tiene los ojos cerrados lo que me permite observarlo sin inhibiciones, su piel se ve aún más pálida con el clima frio y nublado, su semblante deja de ser amenazante como la primera vez que nos vimos, entreabre ligeramente los labios y su aliento deja una pequeña estela de vapor

—Este clima es una mierda —dice tan suave que es apenas un susurro —odio el frio

Abre de a poco sus impresionantes ojos ámbinarios que me parece estar presenciando la salida de un sol dorado a través de sus orbes y cuando se gira al completo me parece estar frente a mi perdición, porque duele, es tan doloroso ver lo peligroso de su atractivo que de no ser por el frio calando en mis pulmones me olvidaría de respirar