𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗧𝗥𝗘𝗦

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Una vez que Aurora se fue, di media vuelta y entre a mi casa, obviamente, le puse seguro a la puerta de nuevo. Estaba muy cansada, así que decidí darme una ducha, no sin antes ir a ver a mi hermano.

Subí las escaleras, me pare frente a su puerta y toque. Un “pasa” muy bajito, se escuchó al otro lado.

— Hola pequeño —lo saludé con una sonrisa.

— ¡Hermana! —se paro de la cama y corrió hacía mi.

— ¿Cómo estás pequeño?

— Muy bien, estaba haciendo tarea —dijo sonriendo.

—Lo mire sorprendida—. ¿Tú? ¿Haciendo tarea y feliz por eso? ¿Quien eres?

— Tu hermano —contesto divertido.

— Ya lo sé tonto, es sarcasmo. ¿Me puedes explicar por qué estás tan feliz?

— ¡Saque 10 en mi prueba de matemáticas! —dijo enseñando su examen.

— Tome el papel en mi mano—. ¡Vaya! ¡Muchas felicidades! No a todos les va bien en esa materia.

— ¡Si!, y papá dijo que si sacaba más de ocho me iba a comprar un nuevo videojuego

— ¿O sea que solo lo hiciste por el videojuego? —lo mire, divertida.

— Pues sí.

—Entorne los ojos y me cruce de brazos—. Pues muy mal, deberías de sacar buenas calificaciones por tu esfuerzo, no porque te vayan a dar recompensa

— Cállate, por lo menos yo saqué un 10, ¿y tú? todos tus exámenes los repruebas.

—Abrí mi boca indignada—. No son iguales las matemáticas de secundaria a las de Universidad. Yo a tu edad también sacaba puros dieces, así que cállate tú, ya me voy.

—Mi hermano se rió—. Adiós, envidiosa

Le enseñe la lengua antes de salir de su cuarto.

Entre a mi recamara y me iba a desvestir para meterme a bañar, cuando ví una silueta en la oscuridad, me acerque a la ventana lentamente, me quedé ahí viendo, haber si alguien se acercaba. Nada. La silueta ya no estaba.

Cerré las cortinas, apague la luz y prendí la de mi mesita de noche. Comencé a desvestirme y, me metí a bañar.

Salí aproximadamente veinte minutos después, mire el reloj y eran las 12:35, mis padres aún no llegan. Así que me puse cómoda, porque tenía que hacer tarea.

Me puse un pants negro, con una sudadera a juego y unos tenis.

Salí de mi recamara y entre a la de mi hermano para ver si ya estaba durmiendo y, efectivamente, estaba dormido. Me acerque, lo tape con la cobija, le di un beso en la frente, murmuré un “buenas noches, pequeño, te amo” y salí de ahí.

Iba a bajar las escaleras cuando alguien me intercepto en medio del pasillo.

Sentí unas manos en mi cintura y un aliento caliente en mi cuello. Intenté voltear. Pero la persona detrás de mi habló.

— No grites, no hagas un movimiento en falso, no hagas algo de lo que te puedas arrepentir o te irá mal, bonita —murmuro en mi oído.

Me tense de inmediato y comencé a sentir mucho miedo. La persona detrás de mi empezó a besar mi cuello y, como estaba muy concentrado en eso, aproveché y moví mi pierna para pegarle en dónde no le da el sol. Cuando lo hice, inmediatamente me soltó. Comencé a correr escaleras abajo.

Intente abrir la puerta, pero para mí suerte de mierda, tenía llave, así que las agarre del cajón de la entrada, y con fuerza que no supe de dónde vinieron abrí la puerta rápido para comenzar a correr.

— ¡Maldita sea __! ¡Luego no digas que no te lo advertí! —gritó la persona detrás de mi.

Escuché a la persona gritarme y venir corriendo detrás de mi. Acelere el paso, y corrí lo más que pude. Me detuve de golpe cuando ví a dos chicos más, parados a unos metros de mi. Me asusté aún más, así que comencé a correr.

Antes de dar un paso más, una mano choco contra mi mejilla con demasiada fuerza. Cómo si fuera una piedra.

Caí al suelo de inmediato, aturdida. Toqué mi mejilla, la cuál palpitaba de dolor. Un brazo me tomo del cabello, y me levanto del suelo.

— Te dije que no hicieras nada de lo que te pudieras arrepentir, bonita —murmuro. Era la misma persona de hace unos minutos.

Gemí de dolor, ya que su agarre en mi cabello era demasiado fuerte.

— ¡Yoongi, suéltala! te dije que no la podías tocar. Al menos aún no —murmuro otra voz, a unos centímetros de nosotros.

— La maldita me golpeó, y luego intento escapar

— Sí, maldito idiota, no me iba a quedar parada como estúpida, esperando a que terminarás de hacer lo que ibas a hacer.

— ¡Ten mucho cuidado en como me hablas! ¿Quien te crees? —preguntó con diversión.

— ¡No! ¿Tu quien te crees para entrar a mi casa de esa forma y tocarme? —pregunté, exaltada.

— Ah, disculpa ¿Es que tenía que tocar? Los secuestradores no hacen eso, ¿o sí? —rió al final.

— S.. —Me calle de inmediato,¿Secuestradores?.

— Ven para acá —dijo una voz enojada.

— Yoongi apretó más el agarre de mi cabello—. Camina, si no quieres que te vaya peor.

Hice lo que me pidió. Caminé y, me llevo con otros cuatro chicos, los cuales me miraron sin expresión alguna. 

— Hola, preciosa —el chico se acercó a mi y acaricio mi mejilla—. Es hora de irnos

Me asusté más de lo que ya estaba, mi único plan era gritar por ayuda, lo bueno de mi casa es que cualquier sonido, hace que los chismosos de mis vecinos salgan.

Opte por esa idea.

— ¡AYU..! —Un golpe en mi mejilla hizo que me callará.

— ¿QUE PARTE DE NO HAGAS NADA O TE IRA MAL NO ENTENDISTE? —preguntó, enojado.

— Me importa una mierda lo que hagan o digan, nadie me da órdenes.

Trate de gritar otra vez.

— ¡AYUD..! —senti un pañuelo tapar mi boca y nariz.

Intente escapar, pero el agarre de la persona era más fuerte. Poco a poco sentí como mis ojos se iban cerrando, comencé a ver todo borroso, no escuchaba nada. Y lo último que recuerdo es que alguien me cargó.

Vi todo negro.

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¡Hola! ¿Cómo están? Espero muy bien.

Sentí muchas cosas al escribir esto, espero les guste tanto como a mí.

Alguna idea/comentario/opinión es válida.

Espero tengan una linda Tarde/mañana/noche.

Las/os quiero mucho. ❤️


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