Capítulo 16(Primera Parte)

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STEPHANIE

¿Alguna vez habéis sentido cómo de repente el miedo te traga de tal forma que piensas que has perdido todo, que piensas que todo lo que valió la pena se esfuma como el polvo, que tu corazón de repente se para el aire se acaba y caes en un agujero negro sin salida, y que no es hasta que le tienes delante ,ves su rostro y su cuerpo ,ves que está allí y el alivio corre por tu cuerpo ,el aire llega y tu corazón late?

Eso es lo que sentí cuando me llamaron desde el hospital.

Él estaba sentado en una silla de la sala de urgencias, mis piernas se pararon al momento que lo vislumbre. Su cuerpo encorvado y su cabeza en sus manos eran solo mala señal.Él me había llamado desde un teléfono del hospital y solo fueron dos palabras lo que hicieron que saliese corriendo sin esperar nada.

-Te necesito -Igualmente hubiera ido si solo hubiese oído la primera palabra.

-Adam- dije mientras me puse delante de él, él no se había dado cuenta de mi presencia todavía.

Adam levantó su cara hacia mí y lo que vi podría haberme roto si ya no lo estuviese.

Sus ojos eran puro terror y vulnerabilidad.

-Has venido.

Su voz parecía tan perpleja como su rostro.

-Por supuesto que he venido.

No voy a negar que me gustará que el pensara que no iba a venir.Me siento a su lado, aun no le he tocado ni él me ha tocado todo aparece que vaya a romperse.

-¿Que ha pasado, Adam?

Él no me mira cuando empieza hablar, sus ojos miran la puerta de urgencias.

-Max ha sufrido un paro respiratorio, esta vez ha sido más fuerte que las otras veces, han tenido que ponerle no sé qué demonios de una vía respiratoria porque sus pulmones no conseguían el oxígeno suficiente.

La furia que sale de él es tanta, sus manos apretadas luchan seguramente por no dar algún puñetazo a la pared.Sé por lo que me ha contado, que Max tiene una adicción con el tabaco en general, el hombre ha fumado de todo por lo que me ha dicho Adam, hace unos años sufrió también un paro respiratorio, el tabaco estaba jodiendo sus enfermos pulmones ,pero por lo visto Max no podía dejarlo. 

Recuerdo lo molesto que se ponía Adam sobre el tema del tabaco, las primeras veces supe que a Adam no le entusiasmaba que fumara, y es extraño pero no recuerdo la última vez que tome un cigarrillo y sé que tiene mucho que ver con él.

Seguimos sentados sin saber nada del estado de Max, ni un doctor o enfermera se acerca a nosotros o nos ayuda cuando Adam pregunta por él.Una mujer sale de una de las habitaciones, se por las descripciones de Adam que es Jess, la mujer de Max.

-Odio los hospitales-digo para mí misma pero lo suficiente fuerte provocando que Adam me oiga.

-No tendría que haberte llamado-Adam me mira culpable y me siento mal al momento.

-Has hecho bien, quiero estar contigo, solo que los hospitales no tienen mi signo de aprobación.

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