Capítulo 4

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Adam

No puedo respirar. No puedo respirar.

El cinturón me aprieta el pecho y no puedo respirar.

Necesito salir de aquí. Con furia empiezo a tirar del cinturón pero no sale .Esta atascado.

Estoy rodeado de cristales, la ventana del parabrisas esta hecho pedazos a mis pies. No puedo abrir el ojo derecho y siento punzadas de dolor en mi cabeza como si me tiraran dagas ardiendo.

¿Estoy en un coche?

Con un grito de frustración tiro más del cinturón pero no se mueve, en el suelo encuentro un trozo de cristal afilado de un tamaño considerable. Cojo el cristal y empiezo a cortar el cinturón, mis brazos están flácidos, muertos pero tengo que cortarlo. Después de un corte más el cinturón esta hecho trizas y siento mis pulmones llenarse de aire y poder respirar en paz.

Mi cabeza da vueltas y reconozco la sangre mezclado con el sabor de algo amargo en mi boca. ¿Estoy borracho y he conducido?

No. Imposible.

Estoy en el asiento del copiloto. Yo no estaba conduciendo.

De repente el miedo se cuela entre mis huesos.

No estoy solo, alguien estaba conmigo.

ÉL,ESTABA CONMIGO.

No hay nadie en el asiento del piloto.

ÉL NO SE PUSO EL CINTURÓN.SALIO POR LA VENTANA DEL PARABRISAS.

Palabras azotan mi cabeza. ¿Cómo es que lo sé?

Empujo la puerta del coche para salir, con cuatro patadas la puerta se abre y mis piernas se mueren al tocar el suelo. Me arrastro por el suelo ,mis manos ensangrentadas dejan marcas en el asfalto negro pleno de cristales. Grito su nombre una y otra vez ,una y otra vez.

Tengo que encontrarlo, tengo que ayudarlo.

ESTA DEBAJO DEL ÁRBOL.SU CUERPO ESTA DEBAJO.

Me levanto con la poca de fuerza que me queda y voy corriendo hacia el árbol.

Su cuerpo esta tirado debajo del árbol, su cabeza inclinada hacia la carretera. Sus brazos abiertos pidiendo ayuda.

Me quiero acercar a él pero el miedo me detiene, hay demasiada sangre, demasiados cristales, demasiado dolor, demasiado miedo. Quiero correr, huir, salir. No quiero estar aquí.

Tengo que salvarlo. Esta vez tengo que salvarlo.

No puedes salvarlo, jamás podrás salvarlo.

Él.Ya.No.Está.

De repente todo desparece.

Yo desaparezco, no hay coche, no hay sangre, no hay cristales, no hay accidente.

Estoy en mi cama. He tenido una pesadilla. Solo una pesadilla.

****

-Alguien ha estado ocupado toda la noche-dice Mike asomando la cabeza desde el capo abierto del coche enmarcando las cejas.

-Necesita un cambio de aceite, ¡¡de estar toda la noche en funcionamiento!!-grita Jack riéndose a carcajadas.

-Por lo menos él sabe que necesita un cambio de aceite ,¿cuánto tiempo hace que no cambias TU aceite, Jack?-Dice Max y todos nos unimos en carcajadas.

-Que te jodan Max-farfulla Jack.

Max me sonríe y me da unas palmadas en el hombro.

-¿Estás bien amigo?

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