CAPÍTULO 10

35 1 0
                                    

STEPHANIE

Un olor a vainilla me despierta. Me revuelco entre las sabanas suaves de la cama y me extraña no caerme de la cama al estirarme.

¿Es que mi cama ha crecido por la noche?

Me siento en la cama y me doy cuenta de que esta no es mi cama, ni mi habitación.... hasta que me acuerdo…

¡¡Oh, papá!!

Salto de la cama con un salto dándome en el dedo pequeño del pie con el maldito armario.

-Joder, joder.

Busco mi bolso por todos los lados.

-Ya lo he llamado, le he dicho que estas aquí.

Me doy la vuelta y encuentro a Adam sonriendo apoyado en el marco de la puerta.

-¿Y qué te ha dicho?

-Que use precaución.

Mi boca se abre tanto que está barriendo y fregando el suelo a la vez.

Adam se ríe de mi exagerada reacción.

-Stephanie, es una broma, ha dicho que está bien, todo está bien si tú lo estás.

Suelto el aire retenido en mis pulmones. Adam se queda mirándome concentrado, su mirada es puro fuego. Y luego me doy cuenta.No llevo absolutamente nada, estoy delante de Adam en paños menores con mi escasa ropa interior. Intento taparme con la sabana de la cama y el solo se ríe de mi al ver mi reacción.

-¿Me has quitado la ropa?

Sé que no llegamos tan lejos.

-Pensé que no te gustaría dormir con la ropa puesta y como en la habitación haces bastante calor pues te deje con la ropa interior -dice tan tranquilo.

Lo que me sorprende es que sepa que no me gusta dormir con ropa, siempre he odiado estar cubierta pero ahora no lo pienso tanto cuando su mirada está provocando llamas en mí por donde pasan sus ojos. Él se acerca a mí, con cada paso que da puedo ver sus pupilas dilatarse más y mi respiración entrecortarse.

-Buenos días –dice.

Me besa debajo del oído haciendo que suelte la sabana que tenía rodeándome y tener que agarrarme a su hombro. Mis piernas están estúpidas esta mañana.

-Buenos días –grazno.

Mi voz ha salido como un hilillo imperceptible. 

Dios, parezco una adolescente.

-El desayuno está preparado, solo quería decírtelo.

Yo solo asiento y él se marcha pero el vuelve acercándose a mi oído. Es como si el supiera mis puntos más débiles.

-Me encanta como hueles.

¿Por qué hace eso?

**********************

Después de darme una ducha aprovechándome del champú de Adam, que huele a pura gloria, entro en la cocina, él se da cuenta de que llevo vestida solo su camiseta porque sonríe sin disimular nada .

Está encantado de que use su ropa.

-Me gusta cómo te queda, a ti te queda mucho mejor que a mí.

Se sienta a mi lado poniéndome un plato lleno de tortitas. Huelen tan bien…

-Es lo único que encontrado.

Estoy hambrienta y corto un trozo nada más tener mi plato. Este chico cocina de maravilla, creo que se me ha escapado un gemido.

SECRETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora