Capitulo 32

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Adhira

¿Han tenido alguna vez ese dolor tan fuerte que sientes que no puedes respirar? 

Ese dolor que te consume, que te desarma poco a poco, como si de un momento a otro toda tu vida pasara ante tus ojos recordándote todos esos momentos que viviste con esa persona.

Recordando como es posible perder eso en un segundo, perder todo ese amor, todas esas caricias, todos esos besos, sus risas, sus comentarios, sus abrazos y preguntarte si pudiste haber echo mas, un poco mas.

Ese dolor que te rompe el alma, que por mas que grites no se podrá ir, que aunque llores seguirá ahí, latiendo y a pesar de que el tiempo ayudara a sobrellevarlo, no se va, recordándote que viviste todo eso al lado de esa persona y que de un segundo a otro, te lo arrebataron.

Yo lo viví, en carne propia cuando vi como murieron mis padres frente a mis ojos y a pesar de que lo olvide un tiempo, los recuerdos volvieron y debes en cuando ese dolor esta tan presente que no puedo respirar, como si mis pulmones fallaran.

Eso es lo que esta viviendo Yareth en estos momentos, mientras está de rodillas al lado de su novio de años, el padre de su bebé. Naseem está en el suelo con una grave herida en el estomago producto del ataque de Balderick.

No se muy bien como es que logro golpearlo, escapando de él y de su agarre que me impidio hacer algo, pero el retrocede, como si me diera tiempo, como si le diera risa toda esta situación, logrando que me de un poco de tiempo para correr en dirección a ellos, a mis amigos.

Al llegar Yare llora de rodillas con la cabeza de Naseem en sus piernas.

—Amor, por favor no me dejes—solloza—. Te necesitamos, ella te necesita.

Naseem tose botando un poco de sangre que logra que Yare llore mas fuerte acariciándole sus rostro, diciéndole lo mucho que lo ama, diciéndole lo mucho que su hija lo ama.

—Ma-makani—susurra Naseem bajito—.Makani, siempre me gustó ese nombre.

—Es hermoso, amor—Le dice Yare dándole suaves caricias a su cabello—. Makani Baker.

—Quie..ro que sepas que... Te amo... y que...—dice pausado, como si a este punto ya le doliera hablar—. Que la...la amo a ella...desde que supe que...que existía.

—Amor, no te esfuerces por favor—le ruega Yare, aunque ella sabe que no hay mucho que hacer—.

A nuestro al rededor los gemelos siguen peleando junto a Naira, Raiden y Akane dejando que Yare se despida de su pareja. Dándoles el tiempo necesario.

-Ella...ella será fuerte y...valiente-dice mientras una lagrima le cae por su mejilla-.Como la...mamá.

-Y será amable y tierno como su papá-solloza Yare mientras le sigue acariciando el rostro-.

-Será un pequeño...chocolatito-suelta una risa ahogada, silenciosa mientras pestañea y mira a su novia fijamente-. Amor...ella te dará la fuerza...que necesitas para seguir...gracias a ella no tendrás secuelas...por...por mi muerte. Su energía... te ayudará.

-Amor, no...-ella agacha y lo abraza fuerte repitiéndole que lo ama, que Makani también-.

-Makani...mi pequeño chocolatito-dice dándole suaves caricias al estomago de Yare-tu papi te ama...mucho y no sabes cuanto...cuanto me duele no estar, pero quiero...quiero que sepas, que papá estará siempre cuidando de ti-suelta un ultimo jadeo- cuida a tu mami ¿si, cariño?... las amoo...

-También te amamos, amor-dice dándole suaves besos en sus labios-por siempre y para siempre.

Veo como el gira su rostro y me observa, una pequeña sonrisa aparece en su rostro antes de que una ultima lagrima caiga y es así como se va, tranquilo, lamentándose muchas cosas y agradeciendo otras, y sus ultimas palabras quedaron en mi mente gracias a la Alejandría, resuenan dándome fuerzas, pero la ultima frase es la que mas queda presente.

AlejandríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora