Capitulo extra 2

90 22 32
                                    

Aclarar que este extra transcurre cuando llegan a Italia luego de que Naira descubre sus dones.

Naira

Me encuentro caminando nuevamente hacia la biblioteca, han sido unos días extraños y por lo mismo no había querido hablar con mamá. Suspiro viendo nuevamente mi celular iluminarse con una llamada de ella.

¿Debería contestarle? debe estar a nada de subirse a un avión y viajar hasta acá, la conozco lo suficiente para saber que seria muy capas. Doy otro suspiro llevándome el aparato al oído.

-Mi fotocopia-dice mama triste-.

-Mami...-respondo yo de igual manera-.

Me quedo a unos pasos de la entrada de la biblioteca dando unos pasos hacia la ventana por donde se ven a todas esas personas entrenando.

-Discúlpame, nunca fue mi intención que descubrieras todo esto así, quise contarte tantas veces, pero cada vez se me fue mas difícil. Y cuando los padres de Adhi me comentaron que no había rastros de algún don en ti simplemente no quise contarte-hay un silencio el cual ella rellena rápidamente-. Zennen es humano y creí que su naturaleza había sido mucho mas fuerte que la de una descendiente. Creí mal...yo solo, discúlpame, por favor. 

Hay un largo silencio donde yo solo pienso en todo observando hacia afuera, siempre me ha gustado analizar mucho cuando algo difícil sucede, fue algo que Adhi me enseño, ya que por otro lado nunca fui tan impulsiva como Cae.

Respiro hondo antes de contestarle a mi mamá, ella como siempre respetando mi espacio y mis silencios.

-Te perdono mami-digo con calma luego de todas las conversaciones con Adhi-. Solo me hubiese gustado que me contaras tu y no enterarme de la manera en la que sucedió. Te quiero y entiendo porque lo hiciste, pero hubo un momento que creí que no confiabas en mi.

-Sabes que confío en ti, solo...tuve miedo.

-Lo sé...yo lo tengo-murmuro al final-.

-Me gustaría estar ahí contigo mi fotocopio, pero estoy segura de que de todos los lugares del mundo ese es el mejor para que aprendas a controlar tu don.

-¿Estudiaste aquí?-comento curiosa-.

-Si, pero al ser mayor no alcance a conocer a los padres de Adhi. Solo a las hija de los directora que seria Marina.

Luego de conversar unos minutos mas me despido de ella y guardo nuevamente mi celular en mi bolso, giro en mi lugar viendo a ese tipo nuevamente mirándome desde la puerta de la biblioteca con cara de culo.

-¿Que miras, se te perdió algo?-digo de mal humor-.

Por alguna razón su presencia siempre me pone de mal humor.

-Tienes una mancha en tu abrigo, Blancanieves-murmura abriendo la puerta-. Parece pasta dental.

-Que..

Antes de que pueda responder algo mas entra cerrándome la puerta en la cara.

-Será imbécil, pasta de dien-digo observándome horrorizada mi pecho-. No me lo creo, tengo pasta de dientes.

Saco un pañito de mi bolso intentando limpiarme sin mucho éxito.

-Lo que me faltaba.

Siempre he tenido un dilema con la limpieza, algo que saque de mi padre, me gusta siempre tener todo limpio y en orden, no de una forma exagerada ya que cuando pinto dejo sucio en todos lados y mi pieza es un asco de cuadros y ropa en el suelo, pero si se trata de mi vestimenta o de cuando cocino siempre tengo que tener en orden. Manías raras que saque de mi papá.

AlejandríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora