"Las circunstancias en las que uno nace no tienen importancia, es lo que uno hace con el don de la vida lo que nos dice quiénes somos". Mewtwo.
En donde Kiyomi Arakawa trata de buscar un lugar donde pueda vivir en paz con sus Pokémon o donde es obli...
—¡Bala de cañón! —grito mientras salto en el aire y de pronto mi cuerpo impacta contra em agua y esa agua a mi alrededor se caliente un poco debido a mi temperatura corporal que era más elevada que el de una persona normal... lo normal en una sociedad donde todos tienen poderes desde los cuatro años.
Por fin, después de varios días puedo disfrutar del estanque que cree junto a los Pokémon y nadar un largo rato con ellos. Claro convivir con mis Pokémon tipo agua que se la pasan aquí o se van al acuario que está conectado con la casa para ver otro tipo de panorama, suelen preferir quedarse aquí y solo los pequeños se van al acuario que está en la sala.
Me quedo quieta un rato, mirando a cada Pokémon que disfrutaba del estanque. Por un breve momento se instaló un dolor en el costado de mi cabeza, tengo que voltear para ver qué fue lo que impacto y al ver que solo era la consecuencia del movimiento Chorro de Agua busco al responsable del ataque.
Al comienzo no veo a nadie pero escucho una breve risa que reconozco. Me hundo más solo para que nadie vea mi sonrisa. Finjo un poco que no vi a nadie —realmente no vi al responsable, aunque sé quién es — y continuó disfrutando del agua y como enfriaba mi cuerpo.
Para ayer haber tenido entrenamiento tanto Pokémon con Iida me dejo agotada y esto hace que se relaje cada parte de mi cuerpo. Aunque admito que se siente mejor el spa improvisado que hago con las Pokémon cada noche de viernes.
Solo espero no quedar dormida en el lago como la última vez. Pienso con una gota de sudor o de agua cayendo por mi frente. Sacudo la cabeza al sentir pasos detrás mío, uno pensaría que sería uno de las tantos Pokémon que estaban en el estanque pero veía a Primarina mirar a mi dirección como la diversión bailando por sus ojos y sé que están planeado algo.
Un grito fue lo que me bastó hacer que girar y ver unos dientes filosos, eso fue suficiente para que actuará rápido.
—La próxima vez intenta otra forma de derribarme, Totodile —digo agarrándolo para evitar que saltará a morderme la cabeza.
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Totodile, el Pokémon fauces. Tipo: Agua. Su quijada altamente desarrollada puede destrozar prácticamente todo. Atención a las personas este Pokémon le gusta usar susdientes.
—¡To-Totodile! —exclama moviendo sus patas traseras con diversión.
Alejo un poco la cara cuando noto que su objetivo no era morderme la cara sino meterse uno de los mechones de mi pelo a la boca y masticarlo.
—No hagas eso —le pido acariciando levemente su cabeza, este me sonríe mostrando sus dientes afilados y vuelvo a alejarlo al ver que intentaba meterse mi cabello a la boca de nuevo —. Deberías de dejar de hacerle caso a Purrloin en estos casos, Totodile, comerte mi cabello no es bueno... ni siquiera deberías quererte comer mi cabello en primer lugar.
Dejo que Totodile nade hacia la orilla para regresar con Purrloin que por su risa se notaba que fue quien le metió la idea a Totodile. Vere como cobro venganza más tarde.
