Juego De Dos

Faltan Pruebas

Luego de la charla entre Mónica y José Luis, la morena salió de la habitación despidiendose de su suegro y de su novio aún dormido dejándolos solos, al llegar a la sala de espera ve a su madre en un mostrador con el doctor de lucho y unos papeles

- por ser ingresado de urgencia, y siendo primera vez necesitaré los datos de su hijo

- ah sí claro - le sonríe y ve la encuesta sin saber que poner

- al terminar puede entregárselo a una enfermera, permiso

- propio - se retira y en cuanto no lo ve más, le entrega la hoja y el lápiz a su hija - ten llénalo tu

- es tu hijo tienes que llenarlo - ella ríe

- no seas chistosita, que eso lo dije solo para que me dieran información

- aún riendo toma el lápiz - yo lo llevaré ¿Y mi tío?

- bajo a preparar la camioneta - ve como llenaba la hoja como si fueran sus datos - y Antonia pues está... - se queda incrédula al ver cómo a su casi-suegra, le agarraban la pompa mientras saludaba a un hombre

- pues ya la encontré - Mónica voltea, viendo la escena, la que le causa una risilla divertida

- ¿Pues quién lo diría no? - termina de llenar el formulario - la abuela con novio

- aunque he de admitir, Antonia está muy joven para ser abuela

- igual que tú

- ¿Disculpa? - voltea a ver a su hija levantando una ceja

- es broma, relajate - ambas voltean a otro lado al ver cómo la güera y su acompañante se acercaban a ellas

- ¿Cómo se encuentra lucho? - pregunta llegando a la morena

- ah el está bien, quedó dormido con José Luis cuando me vine

- que bueno, bueno les presento a Ricardo Balmaceda, mi pareja - dice de lo más tranquila - ella es Mónica novia de mi nieto y ella es Altagracia mi nuera o futura nuera

- ¿Que? - pregunta la rubia, sin creer la libertad con la que lo dijo

- yo que tú, me voy acostumbrado - le susurra Antonia

- un gusto conocerlas - ofrece su mano y ambas la tomas

- el placer es nuestro y no, no soy su nuera

- aún - se escucha el unisono de vas mujeres

- bueno creo que es hora de irnos - su nerviosismo se le hacía ver por cada poro de su cuerpo - fue un gusto Balmaceda, Antonia le dices a José Luis que... - la ve sonreír esperando que terminara - sabes que, no le digas nada después le habló, hasta luego - torpemente pasa por el lado de ambos, seguida de su hija quien aún se despedía

- no quiero escuchar ni una palabra - menciona al entrar al elevador con su primogénita

- ¿Segura? - pregunta graciosa - pero no necesito preguntar, se más de lo que me gustaría saber

- ¿De qué hablas? - en ese momento se abren las puertas del ascensor

- ni una palabra recuerdas - sale en camino a la camioneta donde se encontraba su tío

- hola princesa - la abraza - ¿Todo bien?

- todo bien - le sonríe, entrando en la parte de atrás del coche

- vamos a casa, Eunice al parecer me está esperando - su guardaespaldas le abre la puerta, un olor inunda la cavidad nasal de la rubia - ¿Porque huele a perfume barato? - hace una mueca al entrar