Cuestión divina

138 8 6
                                    

Luego de horas de tratar de conciliar el sueño, por fin Shun logró dormir después de un día lleno de emociones (aún estaba avergonzado por su comportamiento con ese hombre que intentó atacar a June). Sin embargo, apenas habían transcurrido unos minutos, cuando despertó, aunque él (Shun) no se daba cuenta de ello; era "el otro él" quien despertaba, ese mismo que lo utilizaba como un cascarón. Hades, el amo del Inframundo, hizo que aquel cuerpo se levantara. Con la mirada perdida, salió de la choza y caminó por la isla hasta llegar a la orilla del mar. Sin dibujar alguna expresión en su rostro, se adentró al mar, nadando hasta donde ningún humano normal podría llegar. En ese momento su cosmos, ese cosmos divino de Hades, estaba aumentando para poder llegar a los aposentos de Poseidón.

Al llegar al Palacio del Dios de los Mares, entró como si se tratara de su propio territorio.

-Oye tú, dile a tu amo que ya estoy aquí- le dijo a la mujer que siempre estaba custodiando a Poseidón.

Ella lo miró con recelo, no confiaba en él pero tenía que respetarlo sólo por ser una deidad- Mi señor está descansando y no debo molestarlo- respondió Thetis.

-Te dije que le avisaras que estoy aquí- dijo Hades con arrogancia y se acercó desafiándola- ¿Acaso ya olvidaste quién soy?

-¡Hades!- interrumpió Poseidón quien estaba en el cuerpo de Julián Solo- Déjala en paz; ya estoy aquí. ¿Qué quieres?- Shun/Hades miró a Thetis como si estorbara -Déjanos solos por favor- pidió el Dios de los Mares.

-Sí mi señor.

Poseidón la vio salir y luego miró a Hades, todavía no se acostumbraba a ver al que era "en otro momento" el Caballero de Andrómeda, como Dios del Inframundo.

-Bien, ¿a qué se debe el "honor" de tu visita Hades?

-Pues vengo a informarte que el plan va justo como lo ideamos.

-El plan... no sé cómo me dejé involucrar en esto; tu dichoso plan me hizo perder a mis Marinas.

-Esos idiotas murieron en manos de esos inútiles Caballeros Dorados. Además, tú también crees que debemos vengarnos de Athena y sus Caballeros, sobre todo ese Pegaso... Así, reclamaremos este mundo como nuestro... y recuerda ese premio extra que prometí entregarte, el cuerpo de esa joven que tiene como huésped a Athena. No olvido que Julián Solo desea mucho a Saori Kido.

-Ah... sí, claro. En fin, entonces ¿ya tienes preparados a los Santos muertos para su regreso?

-Sí, me acaban de informar sobre ello. ¿Cómo va tu asunto?

-Kanon ya está infiltrado en el Santuario. Sorrento volverá pronto para contarme qué hay de nuevo.

-Seguramente ya tendrá una idea de a dónde fue tu querida Athena. En cuanto sepamos dónde está, comenzaremos.

-Bien ¿Algo más?

-Suena como si quisieras que me fuera.

-Sí ¿verdad?

-Entiendo... Supongo que estás muy ocupado, aquí en el fondo del mar hay muchas cosas por hacer- comentó sarcástico- Aunque me imagino que te entretienes con esa mujer que "te acompaña".

-¡No te permito que hables así de Thetis!

Hades sólo sonrió. Al escuchar su nombre, la aludida apareció. -Me llamaba señor.

-No, pero ya que estás aquí, acompaña a nuestro invitado a la salida.

-No es necesario, conozco el camino-miró a Thetis y volvió a sonreír- Con permiso "señorita"... Nos veremos Poseidón.

Un Caballero para una DiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora