Lena & Supergirl. Una historia pokémon.

5. Lena atrapa a Mimikyu.

Planeta tierra, 2003.

Kara estaba realmente emocionada ya que esas vacaciones de verano lo pasaría con Lex Luthor. Eliza, Jeremiah y Kal se lo habían prometido. Así que estaba alistando sus maletas para ir con él y conocer a la hermana de este.

Pero grande fue su sorpresa al bajar las escaleras con su maleta, no estaba Lex esperándola, si no una mujer fuerte, pelinegra y muy fuerte. Sus ojos brillaban, junto a ella estaba un Arcanine, moviendo la cola felizmente. Kara observó curiosa a la mujer.

-¿Dónde está Lex?- pregunto hacía Eliza que estaba junto a la mujer. Argo se posó sobre la maleta y Krypto observaba curioso al Arcanine, el Rockruff parecía muy pequeño a su lado.

La mujer pelinegra se acercó cuidadosamente. Se agachó a la altura de Kara, la rubia acomodó sus gafas nerviosamente. -Está un poco ocupado este verano. Pero me enteré de ti por tu primo. Así que me ofrecí a entrenarte estás vacaciones- señaló la mujer con un tono cariñoso.

Kara asintió algo segura. Estar lejos de Alex por al menos tres meses era lo mejor. Aunque sea con una mujer extraña. La mujer extendió su fuerte mano y la rubia la tomó. Sonrió sintiendo calidez en ella.

-Soy Diana Prince. Mejor conocida como Wonder Woman- se presentó la mujer amablemente.

Ambas caminaron a la gran limosina que estaba esperándolas. Las llevaría al lugar de dónde podrían partir volando al lugar donde entregarían.

El viaje no fue largo. En cuanto llegaron Kara libero a Krypto de su pokebola. Le gustaba aquella isla, siempre era cálida y soleada. Algo que le convenía a la pequeña Kryptoniana para sus poderes y fuerza.

Diana le enseño a cómo controlar sus poderes. A luchar correctamente. E incluso como usar a sus Pokémon como apoyo en la lucha. Kara aprendió todo sobre luchar por la justicia por Diana.

Lo más importante que sucedió ese verano en Themyscira fue que encontrará ahí a otro de sus amigos Pokémon. A Ace, que en aquella época era un Pikachu travieso. El pequeño roedor entro a dónde estaba durmiendo Kara y se robó la baliza espía que guardaba como recuerdo de su tía. La chica comenzó a correr tras el pokémon, pero era muy rápido, así que decidió usar sus poderes y atraparlo.

Kara lo abrazo con fuerza, pero sin lastimarlo, le quito la baliza y lo guardo en la bolsa de sus pantalones cortos. El pikachu saco un atractrueno electrocutando a la rubia, dejándola algo paralizada, soltó al pequeño roedor que se quedó observando a la ojiazul impresionado.

-Oye, tú fuiste el que se robó mi baliza- señaló Kara enojada. El pikachu le grito enojado, señalando el pequeño objeto. -No, es mío, no te lo daré es de las pocas cosas que me queda de mi tía- comento enojada alejándose del pequeño amarillo, había aprendido gracias a Mewtwo a comprender a los pokémon.

El pequeño comenzó a seguirla, Kara fingía ignorarlo mientras volvía a donde estaba durmiendo. Entró a su cuarto encontrando a Argo durmiendo en un perchero y a Krypto durmiendo sobre la cama de ella. Se acostó en su cama, ignorando al pikachu observando todo con curiosidad, el roedor se recostó a sus pies. Cuando la rubia despertó ahí seguía el pokémon, así que lo alimento como a sus dos amigos.

El tiempo fue pasando, pikachu se volvió más unida a ella, cuando fue tiempo de regresar a casa el pikachu corrió a ella antes que se partiera. Diciéndole que quería ir con ella, que se volvería su pokémon.