7. El dolor de la perdida te puede cambiar.

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Sam nunca en su vida espero ver la escena que estaba ante ella. Kara en el sillón de Lena cubierta con una suave cobija con dibujos de meowth jugando con un estambre. Y abrazando un Pikachu de peluche, que parecía que alguien le había cocido de manera muy burda la cabeza al cuerpo.

Lena le hizo seña que pasará, las botas de Kara estaban en la entrada del balcón. Sam se quitó los zapatos dejándolos cerca de la puerta. Suspiró viendo a la rubia llorosa aún con su traje de supergirl puesto.

-No podía dejarla así. La encontré ayer durmiendo en una de las camillas del laboratorio- explicó Lena, dejando pasar a su mejor amiga.

-Espero que no le hayas dicho esto a tu esposa. Ella no quiere saber nada de Alex- susurró muy bajo, aunque era tonto ya que la superheroína podría escucharla.

-Tranquila Lena, sólo le dije que vendría a trabajar contigo algo importante- sonrió amablemente. Se acercó lentamente al sillón y Kara se sentó de momento, la hizo saltar del susto.

-Mi tía se murió- dijo simplemente y se abrazó con cuidado de no lastimar a Sam. La mujer morena la tomo en sus brazos, tratando de consolar a la chica adolorida que había perdido a la mujer que había sido una madre para ella.

Krypto observaba triste a su entrenadora desde donde estaba acostado junto a Oísin. Mientras Argo estaba recargado sobre el reposa brazos viendo con tristeza a su mejor amiga.

El silencio reinaba, sólo se escuchaba de vez en cuando un sorbido de nariz de Kara o un pequeño gemido de dolor. Sam se quedó ahí para la chica. Lena sentía que se le partía el corazón.

-Es tan fácil matarte ahora- interrumpió Non. Lena saco debajo de su mesa un arma grande, mientras Sam ponía tras de ella a la rubia.

-No vengo a pelear. Kara, ella querría que estuvieras ahí, en su funeral- explicó el hombre. La rubia asintió tranquila.

-Estaré bien. ¿Puedo volver después?- preguntó curiosa la ojiazul.

-Claro... Sam y yo iremos por un poco de ropa para ti. Te quedarás en mi apartamento el tiempo que necesites- respondió con una sonrisa cariñosa Lena.

Kara y Non salieron de ahí volando, después de que la rubia se pusiera las botas. Lena se volteó para ir a ponerse sus zapatos, saco su teléfono para llamar a su chófer.

Sam tomo el peluche viejo de Pikachu y lo acomodó bien en el sillón. Ahí dobló la cobija. Sólo esperaba que esto no hiciera a Kara más reacia con la especie humana.

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Kara estaba ante el ataúd flotante que tenía el cuerpo de su tía dentro. Poipole estaba ahí también. Desde que había visto a la rubia, se pegó a ella. Argo venía a darle apoyó, estando en su hombro mientras flotaban.

-Como es tradición. Las mujeres deben hacer el rito de despedida- comentó seriamente Non. Kara asintió tomando aire para poder decir la oración de despedida. La rubia paso la mano por el ataúd, haciendo encender la luz que tenía adentro.

-Has sido el sol de nuestras vidas. Nuestras oraciones serán el sol que ilumine tu camino a casa- tragó saliva para contener el llanto – Te recordaremos en cada amanecer y esperaremos la noche en la que nos unamos a ti en el cielo... Que se haga la voluntad de Rao- dio un pequeño empujón a la capsula y se fue alejando poco a poco.

Lena & Supergirl. Una historia pokémon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora