El Houdoom estaba caminando rápido, casi corriendo, para escapar de la pareja del que fue su entrenador. Lionel le había pedido que cuidara de la pequeña Lena, pero la mujer lo encerró en la pokebola. Al menos la chica tenía Oísin, aquel Eevee, ahora Umbreon.
Salió de los laboratorios, justo en la calle, sabía que estaba en la misma ciudad que Lena y su amante. Corrió tratando de capturar el aroma característico de la pelinegra.
Lo captó y corrió.
Llego al edificio de apartamentos, espero hasta que un humano abriera la puerta y escabullirse dentro. El humano que entro al parecer que era un mensajero, entro en un elevador, donde el olor de Lena estaba muy fuerte, entro con él.
Después de unos minutos por fin paro y se abrió. La puerta estaba abierta, la rubia sonriente lo observó entrar.
-Señor su Houdoom se metió a mi casa- comentó algo nerviosa.
-Ese no es mi pokémon señorita- respondió tomando los papeles firmados y regresar al elevador.
Kara suspiró viendo el pokémon tipo fuego, se acercó a él buscando algo conocido. Traía en el collar el símbolo de L Corp, como los pokémon de Lena, pero los de ella siempre usaban una pañoleta que combinara con su ropa y con el emblema de su empresa.
-Muy bien amigo ¿me dirás que pasa?- preguntó preocupada observando al pokémon.
~¡Supergirl! Lena y tú están en peligro. Lillian planea usarlas para sus planes contra los alienigenas~ advirtió el pokémon.
Kara había aprendido a entender a los pokémon cuando estuvo un largo tiempo con Mewtwo.
-¿Qué hace el Houdoom de mi padre aquí?- dijo emocionada Lena, Oísin se acercó emocionado al pokémon de fuego.
-Escapo de las garras de tu madre- explicó Kara, no deseaba que Lena se pusiera en peligro, ella resolvería esto sola.
...
Kara sobrevolaba donde estaban los laboratorios de Cadmus, sabía que aquel robot que había creado Lillian estaba aún vivo. El tal Cyborg Superman, el ex director de la DEO, un xenófobo como la matriarca Luthor.
Argo estaba observando la manera de poder entrar a las instalaciones, una gran red cayó sobre el Rowlet, este comenzó a caer. Kara voló para salvarlo, lo atrapo antes de caer el suelo. Una garra le tomo de la pierna, era de Kryptonita.
La rubia grito desesperada.
-No podre matarte Supergirl, mis hijos estarían muy enojados conmigo, pero puedo convertirte en el arma perfecta para los Luthor- sonrió malvadamente la mujer.
Cyborg Superman la cargo, sin quitarle la garra. La rubia trataba de zafarse, como el pequeño Argo. A ambos lo metieron a una jaula que contenía lámparas de sol rojo. La rubia lloro de coraje, se suponía que vendría a impedir que dañaran a Lena.
-Tranquila Supergirl, no le haré nada a mi hija, sólo quiero entregarle una guerrera dispuesta a hacer todo lo que ella quiere- explicó Lillian.
Salió de ahí después de decir aquello dejándola completamente sola e impotente.
Kara suspiro viendo a su alrededor, sabía que no tendría tanta suerte como la vez pasada, Jeremiah no estaba ahí para poder salvarla. Tendría que confiar en dos de sus pokémon para llegar a algún aliado.
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Lena & Supergirl. Una historia pokémon.
Aktuelle LiteraturCómo se sabe hay multiversos, este es el multiverso p38, donde los pokémon y los héroes de DC conviven juntos. Cada héroe cuenta con su pokémon o seis pokémon que son su compañeros en la lucha contra el crimen. En este universo Kara y Lena se encon...