Trazos llenos de armonía

Capítulo 4

Leonardo

Voy manejando la camioneta de papá, ya estamos saliendo de la ciudad, la finca de los Márquez queda más o menos a 3 horas y media de viaje desde nuestra casa. Mi papá va de copiloto y Marila va en la parte de atrás, lo más difícil de todo esto fue convencer a mi papá de realizar el viaje, dure dos días repitiéndole y planteándole la idea.

-No quiero ir -decía mi padre muy decidido.

-Vamos papá solo serán unos cuantos días, te alejaras de este encierro y podrás distraerte en la finca junto a la naturaleza -le dije por quinta vez intentando de convencerlo-. Nos hará bien a los dos.

Era la tercera vez en el día que intentaba convencerlo y como dicen por ahí la tercera es la vencida.

-Bueno, pero si me necesitan en la empresa nos devolvemos de inmediato.

Y como siempre el trabajo por encima de todo, hasta de su propia vida. Se que el trabajo es algo muy importante para muchas personas y que es algo esencial en la vida, pero tengamos en cuenta que a veces el ser humano no consigue un trabajo que lo ayude a aprovechar o disfrutar su vida, por el contrario, un trabajo llega a acabar con su vida, con su familia y con su futuro.

Muchas personas que no tienen otra opción deben de desgastar su vida en un trabajo que no les gusta y quisiera ayudar a todas esas personas que les ocurre eso. Si fuera por mi intentaría arreglar hasta la problemática ambiental actual.

En resumen, Marila me ayudó a ordenar y planear todo lo del viaje y logramos convencer a mi papá. Ayer por la tarde hablé con el señor Nolan y le conté todo, sé que él entendió y nos va a ayudar.

Elizabeth

-EL ME MINTIO, EL ME DIJO QUE ME AMABA Y NO ERA VERDAD -canta mi madre mientras limpia la ventana de la cocina.

-EL ME MINTIO, NO ME AMABA NUNCA ME AMOOOOOOOOO -entona mi papá simulando dolor con su voz-, EL DEJO QUE LO ADORARA, EL ME MINTIOOO.

Y si, de eso se tratan los aseos grupales, música y bailes extravagantes por parte de mis papás.

Y obviamente el excesivo aseo.

-Sigues tu Bicho, pon alguna canción -me pide mi padre que está trapeando la sala.

Voy y busco el disco del álbum Canción animal de Soda Stereo y pongo el track número seis.

De Música Ligera.

Le subo el volumen a los bafles y voy corriendo a la cocina, sigo lavando la loza mientras empiezo a cantar.

-Ella durmió al calor de las masas.

Mi madre cierra la nevera y sigue la canción.

-Y yo desperté, queriendo soñarla.

Mi padre se acerca a la puerta de la cocina y sostiene el trapero como si fuera un micrófono.

-Algún tiempo atrás, pensé en escribirle -canta, pasa la mano por su cabello y nos guiña el ojo a mamá y a mi generándonos risa-, que nunca sorteé las trampas del amor.

-DE AQUEL AMOR DE MÚSICA LIGERA -gritamos todos juntos mientras movemos la cabeza de arriba hacia abajo-, NADA NOS LIBRAAAAA, NADA MÁS QUEDA.

Nos reímos juntos y seguimos haciendo el aseo. Sé que soy muy afortunada por poder tener estos momentos con ellos.

Leonardo

Ya estamos en el centro del pueblo, Marila me pidió que parara para comprar unas cosas que necesita, papá se bajó y dijo que en 10 minutos volvía.