Trazos llenos de armonía

Capítulo 7

Leonardo

-Pues el man ese de esta mañana. -respondo.

De reojo veo como se acomoda en el asiento, sinceramente me estoy asando en este momento, tengo el pijama térmico que junto a la calefacción de la camioneta me tienen con bochorno.

- ¿Edward? -cuestiona ella mientras con su dedo recorre las gotas que resbalan en la ventana.

Diferencias que tenemos: 1.Al contrario de ella no me gusta la lluvia

-Pues si fastidiosa ese mismo.

A él que le dio un gran beso sonoro en la mejilla.

-Ah, no es mi novio y no me dejó botada, solo me hizo el favor de llevarme al trabajo, no podía traerme. Pero... ¿Y si fuera mi novio qué importa?

-Pues si fuera tu novio primero tendría que arrodillarme ante él por el simple hecho de ser tu novio y aguantarte -veo que arruga la frente-, y segundo le daría una patada en las bolas si te hubiera dejado botada y a esas horas.

-Aww que ternurita te preocupas por mí.

-No me preocupo por ti -miento-, solo le enseñaría a ser un caballero, le haría un favor a la sociedad.

Decido detener la camioneta.

- ¿Por qué te detienes? ¿Me vas a asesinar y luego a dejarme en el bosque tirada y sola?

Volteo a verla, tiene mi saco puesto encima del vestido que se había puesto hoy y con el que se veía tan bien.

-Quisiera, pero no puedo, lastimosamente la ley no me lo permite- -respondo mientras me quito el saco de la pijama térmica quedando con el torso desnudo.

Se llama Leonardo pero lo conocen como el exhibicionista. Ya sabemos que estas bueno deja de presumir.

Cuando volteo a dejar el pijama en la parte trasera veo que Elizabeth me está viendo directamente.

-Límpiate la barbilla dramática, la tienes llena de babas.

-Ni por más que me muestres cuero voy a caer en tus encantos, pero... -sonrió suavemente y pregunto-, ¿Enserio te estas quitando el pijama?

-Si, tengo calor. -aclaro con sequedad.

- ¿Quieres que te cuente algo interesante?

Y ahí estaba Elizabeth Márquez, demostrando su forma de ser de la forma más transparente y clara.

- ¿Qué? -vuelvo a retomar el viaje.

-Por si no sabias -puntualiza con sarcasmo-, solo por si no lo sabías, te comento que afuera está lloviendo y haciendo un frío que te congela las patas y te hace doler los huesos.

-No me digas, ¿Ahora quieres que te cuente yo algo interesante?

- ¿Qué?

-El frío no existe, la ausencia de calor sí.

-Ya cállate genio.

Leonardo:1 Elizabeth:2

A Elizabeth le llega un mensaje.

-Mamá manda a decir que se van a quedar esta noche en la casa de unos conocidos, debido a la lluvia no pudieron volver.

- ¿Luego es muy lejos a donde fueron?

-Si, queda más o menos a unas 5 horas.

-Así que estaremos tú y yo solos en la casa. -le digo con voz coqueta.