SEÑOR HANAGAKI || MITAKE

15

Kazutora espera a Keisuke pacientemente en el aeropuerto, uno de los acuerdos que tuvieron es que su hijo podría pasar las vacaciones en casa de Kazutora.

Al principio el mayor se negó, pero se dio cuenta que aquello podría jugar a su favor.

— ¡Hey, hola! — saluda Kazutora fuertemente al ver a su hijo.

— Hola papa —  responde sonriendo y se acerca —  El vuelo se retraso.

—  Lo se, esas cosas pasan, vamos no te preocupes.

Keisuke asiente y lo sigue hasta su auto, el mayor arranca el auto y empieza a andar, tiene un par de ideas, pero si no quiere verse muy obvio debe actuar con cuidado.

—  ¿Qué tal la escuela? — pregunta casualmente.

— Bien, pude entrar al equipo de futbol y soy bueno.

—  Vaya que bien, y tus calificaciones también mejoraron, ¿Cierto? 

— Si, mi papa me hizo esforzarme mas para conseguirlo y de hecho fue muy fácil una vez me acostumbre.

—  Takemichi siempre tan perfeccionista, seguro no te deja ni respirar —  reclama negando con la cabeza.

—  No es eso, solo sabe que puedo dar mas si me empeño.

—  Lo se hijo así empieza,  pero luego no aceptará menos de un nueve, créeme se como funciona, solo quiere la perfección. 

Keisuke se queda callado por que no quiere discutir, es su primer día y seria estúpido hacerlo. 

Pero algo comienza a inquietarle.

                         Takemichi

No puedo ni tomar un día fuera de la oficina sin que todo se vuelva un caos. 

— ¡Señor Hanagaki! ¿Qué se supone que debía enviar? Mierda, estoy arruinándolo todo — se quejo Inui con una montaña de papeles sobre sus brazos.

— Tranquilízate que así no vas a lograr nada, deja todo en el escritorio y ordénalo, ¿De acuerdo? Te será mas fácil organizarte. 

— Si, si, gracias —  agradece y obedece.

Doy una palmada en la espalda, una cálida sonrisa y salgo de la oficina para ver en que mas puedo ayudar, aparento estar calmado pero por dentro eh corrido por todo el lugar mas de una vez por el estrés.

Draken es bueno dirigiendo, pero cuando se trata de trabajar bajo presión es un inútil y es cuando me hago cargo de la mayor cantidad de cosas por que el alto puede explotar. 

Ayudo a las personas a organizar sus secciones, estoy al pendiente de lo que necesiten y corrijo cuando debo hacerlo.

Es decir hago todo.

Un par de horas mas tarde cuando todo se ha calmado y Ken puede tomar el mando por un tiempo sin tener un paro cardiaco, quiero salir a tomar un respiro, no muestro mi interés con los empleados para calmarlos y extrañamente funciona.

Tomo el elevador, bajo el primer piso y salgo del edificio donde con un fuerte suspiro logro sacar algo de mal humor que he guardado.

Siento un par de brazos tomarme por la cintura y noto que una de las manos lleva un ramo de flores.

— Hola —  saluda Manjiro recargando su barbilla contra mi hombro —  Iba a subir pero te adelantaste. 

—  Hola —  respondo sorprendido y apenado —  Si, es que allá riba era un caos hace unos segundos y quería desesterarme.

—  ¿Quieres que te ayude a liberar estrés? —  pregunta dejando un beso en mi cuello.  

— Tal vez luego Romeo, tengo trabajo —  rechazo riendo y me libera del abrazo —  Me da gusto verte.

—  Tenia que hacerlo, aceptaste ser mi novio y creo que si estoy lejos de ti puedas tener tiempo para arrepentirte, así que prepárate por que seré tu sombra las próximas semanas.  

Niego con la cabeza riendo, acepte intentarlo acepte ser su novio.

Y no me arrepiento de nada.

Cada día logra sacarme una sonrisa, un suspiro o solo pensar en el de una forma en la que nunca creí poder verlo. 

Recordar sus palabras con esa voz tan grave o sus caricias bruscas sobre mi cuerpo siempre me hacer tener mas de una erección. 

— ¿Te falta mucho para salir?

—  Dos horas.

—  Genial ¿Quieres ir a cenar? — ofrece extendiendo el ramo de flores — Tu eliges a donde quieras ir.

Asiento y recibo el regalo si antes era detallista ahora lo es el doble, toma mi mano y me acerca de un jalón.

Se agacha a mi altura y me besa, hable con Ken y no le molesta y aunque aun me sienta un poco incomodo se me quita cuando esta cerca.

—  ¡Idiota! — gritan y Manjiro se separa dé repente cayendo al suelo por alguna razón.

Mierda.

— ¿Qué rayos haces? —  grita Keisuke intentando acercarse de nuevo a Manjiro pero me interpongo para que no llegue —  Papá, hazte a un lado. 

— Keisuke es que no entiendes, él no me hizo daño. 

— Lo vi obligándote a besarlo.  

— Nadie me obligo a nada hijo, yo quería.

Niega con la cabeza pero no me mira, aunque veo que sus ojos están fijos en Manjiro quien se levanta del suelo.

—  Quería darte una sorpresa papá, pero tal parece que la sorpresa me la lleve yo.  

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♡ Les traigo el cap en la madrugada, ya les había dicho que había ocurrido un error y pues se me borro el capitulo por lo que tuve que hacerlo otra vez, perdonen por la tardanza.

♡ Esten atentos por que mañana que suba los últimos capítulos tendrán una noticia importante en la que las personas interesadas podrán elegir una historia. 

Gracias por leer, Nos vemos en nuestra ultima maratón de mañana en la que ya finalizaremos esta historia. 

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