¿Que Día Es Hoy, Sol? [Emiliaco]

Epílogo- (Jamás)

Importante: Escuchar la canción

4 años más tarde.

La enfermera acababa de salir a tomar su desayuno y Joaquin estaba leyendo un libro frente a Emilio.

Los últimos años todo había sido...callado.

La voz de Joaquin siempre era la que se escuchaba entre los pasillos, a veces hablando con la enfermera de Emlio con quien llevaba algunos años trabajando junto a ellos, a veces con su suegra que sus visitas se habían vuelto más regulares, y a veces, sólo a veces, hablaba con Emilio.

Más temprano había estado limpiando su habitación, deshaciéndose de cosas que no servían ya o que podrían donar a la caridad, todo estaba siendo llevado a una caja de cartón donde habían ya algunas camisetas viejas y pares de zapatos hasta el fondo de la caja.

Abrió la parte del lado de clóset que le pertenecía a Emilio, encontrando un montón de baratijas allá adentro.

Sacó la caja de palabras de Emilio y tiró todas ellas en la cama para revisar su estado, aunque fue una palabra en especial la que llamó su atención.

En un papel manchado de tinta amarilla de plumón estaba escrito entre paréntesis la palabra "Jamás".

Joaquin había encontrado ya algunas otras frases escondidas que Emilio le había dejado, algunas de ellas decían "Los girasoles y yo siempre te buscamos porque eres nuestro sol" y "Nunca fui demasiado joven para enamorarme de ti hasta el último de mías días" pero nunca había encontrado una palabra sola, tan vacía.

Se quedó algunos minutos mordiendo sus uñas, pensando si había sido una coincidencia o si Emilio le había tratado de decir algo con aquella única palabra.

Fue por el resto de notas que había encontrado y la carta que Emilio le había dejado, dándose cuenta de la clara diferencia de estas. Las frases estaban recortadas completamente,mientras la carta era una hoja con un montón de papelitos de palabras pegados en ella.

Esa palabra pertenecía a la carta de Emilio.

No fue difícil saber en dónde era, pues estaba remarcada con bolígrafo su oración principal, Joaquin fue corriendo a uno de los cajones del estudio y sacó la barra de pegamento, volvió a su habitación a terminar su carta.

"Antes de que te olvide (Jamás)"

Y eso fue todo para hacerlo romperse.

Salió de la habitación con la guitarra de Emilio entre las manos, la había encontrado dentro del clóset empolvada y con telarañas.

Mientras la enfermera cuidaba de su Emilio, Joaquin estaba sentado en una silla junto a su marido limpiando su guitarra.

La mujer estaba leyendo a Emilio cuando su reloj de mano comenzó a pitar, dándole entender que era su hora de almuerzo, Joaquin recibió el libro que le estaba leyendo viéndola salir de la casa, dejándolos solos.

-Muy bien, Emi ¿Te gustaría escuchar algo más?

Sin respuestas, Joaquin tomó la guitarra para comenzar a afinarla, nunca pudo terminar de aprender a tocar la guitarra porque siempre que trataba de hacerlo, terminaba peleando con Emilio sobre el mal maestro que era.

Sólo había aprendido una canción, una que Emilio le cantaba en sus épocas de juventud.

-Loving can hurt, loving can hurt sometimes
But it's the only thing that I know- Comenzó a cantar, tratando de no tener deslices en su voz y mientras lo hacía Emilio había dejado de ver al suelo, para ahora verlo a él con ojos asombrados- So you can keep me inside the pocket of your ripped jeans
Holding me closer 'til our eyes meet
You won't ever be alone, wait for me to come home.

Y pasó, lo que nunca más iba a pasar.

-Joaco...

-You can fit me inside the necklace you got when you were sixteen
Next to your heartbeat where I should be
Keep it deep within your soul-Joaquin continuó cantando con la garganta quebrada y los ojos manchados en lágrimas mientras su novio lo veía.

A punto de llegar a la parte final, tomando un último respiro, alguien robó su voz.

-Sol...

Bajó la guitarra dejándola con cuidado a su lado, observando a su rizado sonreír y levantar sus brazos hacia él.

-¡Joaco, eres tú!-Lamió sus labios que estaban secos-¡No tenemos mucho tiempo, mi pequeño!

El castaño estaba arrodillado frente a él con una mirada esperanzadora y brillante.

Emilio lo recordaba, después de tantos años aún lo recordaba.Joaquin arrugó la nariz y comenzó a llorar en las piernas de su esposo sintiendo una mano acariciar sus cabellos mientras el sollozaba.

-Mi amor, no llores más-Escuchó un susurro de su novio, levantó el rostro que estaba cubierto en agua y sorbió su nariz, las manos poco hábiles de Emilio lo ayudaron a limpiarse-¿Qué día es hoy, Sol?

-Doce de julio.

Besó la mejilla de Emi, viéndolo irse después de hacerlo.

Nuevamente Emilio quedó en silencio con una expresión neutra observando la habitación en la que estaba.

Joaquin siguió llorando en las rodillas de su Emilio hasta que la enfermera volvió a atenderlo.

Emi pudo recordar a su Sol una última vez antes de que cayera en coma un año después.

FIN