ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE UNA ESCENA NSFW (+18).
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El viaje en avión había sido espectacular, su padre había pagado por un boleto de primera clase y si bien Jonathan siempre pagaba por ese nivel de calidad, Giorno jamás dejaba de sorprenderse de todos los privilegios con los que contaba un boleto de ese tipo, incluso el check-in fue casi automático y la espera del abordaje fue en una de las salas vips del aeropuerto, donde su padre aprovechó para disfrutar de lujosos cócteles frutales mientras el probaba las exquisitas masas dulces que brindaba la cocina del lugar. "Por supuesto que el maldito pagó por primera clase" había dicho su padre mientras disfrutaba de su tercer cóctel, no es que Dio no lo llenara de lujos, era un abogado de renombre y ganaba excelente, pero varias veces escuchó de su boca decir que Jonathan había nacido entre lujos por lo que para él todo eso era normal.
En el avión eligió como opción de almuerzo salmón ahumado con zumaque y ensalada de quínoa con aderezo de yogurt de tahini, y de postre optó por panna cotta de chocolate blanco y agua de rosas con crema de pistacho. Si bien era un viaje de 2 horas y sin escala, aprovechó el tiempo que le quedaba para dormir una siesta envuelto cómodamente e en la suave frazada que proporcionaba la aerolínea, durmió tan profundo que una azafata tuvo que despertarlo para avisarle que ya habían aterrizado y debía bajarse del avión.
Con la somnolencia aún aprisionado sus párpados y controlando sus extremidades, se dirigió hacia la zona vip donde había acordado esperar a su padre y entre tanta gente logró visualizarlo en un sillón de terciopelo degustando una porción de red velvet y alguna infusión caliente, por supuesto que no fue difícil encontrarlo y es que su tamaño XL destacaba de entre las demás personas, sin contar que podría estar vestido de traje y luciendo joyas caras como todos los demás en la exclusividad del recinto, pero ahí estaba, con unos pantalones cortos color caqui, una camisa polo y zapatillas deportivas. Giorno diría que desentonaba con el lugar pero el también vestía bastante simple, un jean holgado y una camisa entreabierta, ese era todo su look. Por supuesto que Dio lo regañó antes de salir diciendo que debería vestirse mejor, pero es que él se adaptaba a sus padres, con uno podía estar relajado y con el otro sacar a relucir su lado más excéntrico, es por esto que a veces se pregunta cómo manejaría sus energías si conviviera con ambos, sin embargo esos pensamientos fantasiosos que empezaban a hacerse presentes se vieron disipados por el llamado de su padre.
-¡¿Giorno?!
Rápidamente salió de su trance y enfoco su vista en Jonathan y su gran sonrisa. Sin perder más tiempo se acerco hacia él y se fundieron en cariñoso abrazo.
-Oh Giorno estas enorme, te extrañe tanto- susurró en su cabello.
-También te extrañe papá- respondió suavemente.
Ya habían pasado varios segundos y Jonathan aún no lo soltaba, es más, sentía como el abrazo se identificaba.
-Em, ¿papá?- preguntó con cuidado
-¿Mmmh?-
-¿Estas bien?-
Sin embargo no obtuvo una respuesta, al menos no una que se pueda oír. Giorno sintió el movimiento de su cabeza en asentimiento y oh, ya comprendía. Estaba llorando.
-Oh papá no llores, vamos- lo alentó. Dio le había advertido de fragilidad emocional.
-Lo siento, es que no te veía hace tanto...- respondió mientras se separaba a secarse las lágrimas. -¿Como estuvo el vuelo? ¿Tu padre ya sabe que estas aquí?- preguntó mientras regresaba a la mesa donde se encontraba su café. -Oh, ¿quieres que te compre algo?-
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Memorias recuperadas // jonadio
Fiksi PenggemarAU MODERNO: Jonathan y Dio se divorciaron cuando Giorno tenía diez años y no se han vuelto a ver desde ese día. Cinco años despues, ambos se reencuentran. Los problemas del pasado volverán a atormentarlos y se reavivará el fuego de una pasión que cr...