𝟬𝟬𝟲.

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El gobernador... Un ser vivo, porque no puede llamarse humano. El día que Alice despertó, al enterarse de lo que le hizo, no pudo evitar llorar toda la noche. No se sentía bien, en ningún aspecto. Se sentía sucia y adolorida. Le dolía que Daryl se fuese ido, ya que pensaba que a el no le importaba como estaba ella. Por primera vez en su vida, sintió que ya no quería sentir, escuchar, respirar. A la mañana siguiente no pudo y no quería levantarse, Maggie entro a la celda donde estaba.

— Cariño, ¿Estas despierta? — No hubo respuesta por parte de Alice. La chica estaba acostada dándole la espalda a la puerta — Bien, te traeré el desayuno. — Maggie salió de la celda, haciendo que Alice se quedara completamente a oscuras, ya que la puerta tenía una sábana.

— ¿Cómo está? — Le pregunto Glenn a Maggie.

— Deberías ir a verla tú mismo — le respondió entristecida, Glenn bajo la cabeza y asintió levemente. Camino a la celda de la chica.

— Hola — Saludo Glenn en la puerta, parecía que iba a llorar. No hubo respuesta. — ¿Puedo acercarme? — asintió.

Glenn se puso de rodillas frente a la cama, y Alice dejo de darle la espalda, ambos pudieron notas sus ojos rojos e hinchados de llorar, lo pálido que ambos estaban por no alimentarse bien. No pudieron evitar llorar de nuevo, Glenn se recostó con ella, abrazándola fuertemente, ambos soltaban algunos sollozos. Ambos tenían hambre, pero no querían separarse uno del otro, simplemente no podían.

— Lo siento, pero deben comer — entro Maggie a la celda. Glenn asintió y se levantó de la cama para tomar el plato que Maggie tenía en manos.

— Gracias. — Maggie esbozo una pequeña sonrisa, la cual fue instantánea y salió de la celda, Glenn se acercó a la chica. — Corazón, siéntate, por favor.

— ¿Qué comerás tú? — Por fin hablo, pero lo hizo con dificultad, como un hilo.

— Comeré cuando lo hagas, ¿Si?

— Come conmigo.

— Está bien — dejo el plato en la cama y salió de la celda, rápidamente sirvió una porción de sopa en un plato y corrió hacia la celda. — Ya, mira — le mostro el plato. Tomo el plato de ella y el de él lo dejo en la cama. — ¿Quieres que...? — negó, tomo el plato y la cuchara que Glenn le extendió.

Glenn se sentó a su lado con su plato y cuchara, y comió un bocado, segundos después miro la miro, para que imite su acción. Ella lo hizo con dificultad, ya que no podía pasarse el bocado.

— Debes comer más — Glenn miro su plato — no es ni la mitad.

Ya no podía, y era en serio. Salió corriendo de la celda al baño, Carl al verla corrió detrás, no quería vomitarle a Glenn encima. Llego al baño y vomito todo lo que había comido. Carl acaricio su espalda, y la ayudo a sentarse.

— ¿Estás bien? — Le pregunto Carl, parecía que estaba o punto desmayarse. Glenn llego acelerado junto con Maggie.

— No, no te duermas — Le dijo mientras acariciaba su mejilla y Maggie sacaba unas pastillas. Le entrego a Glenn las pastillas y la botella de agua, y se las extendió rápidamente a Alice.

— Ya no puedo, Glenn — dijo al borde de lágrimas.

— Claro que puedes — Glenn hizo que se tragara las pastillas e hizo que bebiera el agua. Glenn la levanto del suelo con ayuda de Carl y caminaron a la celda.

— ¿Qué paso? — Pregunto Rick.

— Vomito — respondió Carl. Dejaron a Alice en cama y entro Hershel a revisarla.

— Mentalmente tardara en sanar, físicamente puede que tarde un mes y medio, tal vez menos si se cuida adecuadamente. — Le dijo Hershel a Rick.

Glenn no pudo decir nada.

— Debemos motivarla, no querrá pararse de cama por meses, ella piensa que no podrá más, y eso hará que caiga. Por el momento será mejor que duerma, y cuando podamos darle antibióticos y que se alimente, pero sobre todo Glenn, Maggie, Finn y tú, deben estar para ella. Será difícil, pero no imposible.

Rick únicamente asintió, no quería que ella pasara por esto, solo quería que esto terminara.

—Finn, ven aquí — Rick lo llamo e inmediatamente el corrió. — ¿Puedes hacer algo por tu madre? —El niño asintió rápidamente. —Necesito que la cuides, que si despierta rápidamente nos informes y no te separes ni un momento de ella, ¿bien?

— Si señor —Finn entro a la celda de su madre, la cual dormía de nuevo, dándole la espalda. El niño se sentó en el suelo, junto a la cama esperando que ella despertara.

Por otra parte, Glenn hablaba con Carl sobre donde había encontrado el grupo de Tyreese, dándose cuenta que la prisión no estaba segura. Lo único que tenía en mente era asesinar al gobernador, con ayuda de Michonne. Cosa que solo a estos dos les pareció, ya que el resto del grupo no le parecía asesinar al gobernador. Glenn fue al subsuelo, el cual estaba inundado de caminantes. Discutió de nuevo con Hershel. Después de un rato Alice había despertado.

— Mama... — Finn se acercó a ella. Alice al escuchar su voz, rápidamente lo abrazo. — Debo avisarle a los demás — Dijo Finn sin aire, ya que lo abrazaba muy fuerte.

— Espera — dijo con un nudo en la garganta, solo quería abrazar a su niño. Olvido que él era la principal razón por la que ella seguía viva. — ¿Estas bien?

— Si, ¿y tú? — asintió y limpio sus lágrimas.

— Bien, debo avisarle al grupo. — Salió corriendo de la celda. Llego Carol.

— Hola — le sonrió Carol — ¿Cómo te sientes?

— Estoy algo adolorida — respondió con dificultad.

— ¿Crees poder comer?

— Creo que si — se sentó en la cama, segundos después llego Carl con un plato. Carol le entrego el plato. — ¿Y Glenn?

— Se fue — Respondió Carol.

— ¿A dónde?

— A matar al gobernador.

𝐆𝐋𝐄𝐍𝐍 𝐑𝐇𝐄𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora