EL HEREDERO DEL GRIEGO

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Beth le dolió mucho que Zander la echara sin darle la oportunidad de demostrar su inocencia a todo lo que él la acusaba. La realidad es que nunca él la amo verdaderamente porque si lo hubiera hecho sabría que nunca ella lo hubiera traicionado.

-Eliza, ¿Qué demonios haces aquí?-preguntó Alexa mientras arrastraba a Beth al interior del apartamento-.Le paso algo a Tadeo o a Zander.

Beth tenía un nudo en la garganta. Pero tenía que ser fuerte por su hijo no podía echarse a llorar si estaban en peligro.

-Zander me dijo que me fuera de la casa porque supuestamente lo engañe-lloro entre sollozos. No solo eso, me acuso de haberle robado unos planos.

-Hay pero si es idiota.-exclamo Alexa- era de esperarse que hiciera algo así.

-Parece que por el hecho de que Elena fue prostituta –lloro- cree que yo también lo soy. Aunque no me lo dijo, si me hizo sentir como tal.

-¡Tranquila!-La abrazo- trata de calmarte.

-El problema-Beth enterró el rostro entre las manos- es que el cree que soy de lo peor por el hecho de que Elena fue una arpía avariciosa.

-Pero tú sabes que Elena no era así.

-Eso es lo que más me duele de todo esto.-Alexa le rodeó los hombros y la abrazo fuerte hasta que dejara de llorar.

-Nunca Zander pudo entender que no todos tienen la suerte que tuvo al tener una familia que lo protegiera desde que nació.

-Es cierto el no sabe  lo que  nosotras sufrimos en ese  orfanato, él  no sabe lo que es crecer sin    nadie a  lado  para protegerte del peligro ni amarte como  padre lo  haria.

-Si, el siempre tuvo a su  padre pero  nosotras no teniamos a nadie,  aunque el diga que Elena era mala para mi  nunca lo fue y eso es lo que mas  me duele  por parte de él.

-Elena siempre amo  al padre de Tadeo- comentó Alexa.  

-Pero el pasado  nos  persiguio.-susurro- dolida  Beth.

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Paso una semana desde que Zander había echado de la casa a Beth andaba con un humor de perros. A pesar de todo debería sentirse feliz porque su estúpido matrimonio se terminó. Lo único que le dolía era ver a su pequeño sobrino llorando la ausencia de Elizabeth su madre.

Ahora se encontraba en la oficina  tratando de trabajar  lo que  su  mente  y las preocupaciones le dejaban.

-Hijo, puedo hablar contigo-le dijo Theron-

-Dime, papá-contesto él.

-Te vengo a entregar esto-le enseño unos documentos- Rosa me los entrego estaban en la habitación de tu mujer. Yo los revise y las ideas que ella estuvo corrigiendo pueden ayudarte a salvar el hotel en Tailandia.

-¿De qué hablas?

-Solo te puedo dar este consejo, nada es lo que parece.

El padre de Zander se fue dejándolo solo para que pensara en su decisión. Regresando a casa  para lograr  reconciliar a su  hijo con su nuera, el  no queria  volver a cometer el mismo error  otra vez y no intervenir en la decisión de su  hijo. 

Zander se quedo  solo   y  empezó a recordar todos los momentos hermosos y maravillosos de su vida con Beth desde que la conoció hasta la primera vez que ella le entrego lo más sagrado que tiene una mujer su virginidad.

-¿Como pude ser tan idiota?-dijo- La amo, maldita sea.

-¿A quién amas?-pregunto Spiros

-¡A Beth!