EPILOGO

13.9K 731 65
                                    

Los nueve meses de su embarazo pasaron volando desde que Zander y ella se reconciliaron, decidieron vivir en la isla Naxos junto a su hijo. El padre de su amado marido siempre venia todos los fines de semana para estar con su nieto y esperaba con ansias el nacimiento de su nuevo nieto y nieta. Para Zander fue una hermosa noticia saber que iban a ser padres de gemelos.

Zander ayudo a su hermosa mujer con tremenda barriguita bajar las escaleras cuando de pronto las contracciones empezaron.

-Mi amor, no te asustes-lo beso ella en los labios para evitar que entrara en pánico- pero creo que rompí fuente.

-¿Qué?-grito el sorprendido- ¿ No se suponía que todavía faltaba una semana?

-Corazón, los bebes ya quieren nacer .gimió de dolor-y no hay poder humano alguno que evite este nacimiento.-le apretó la mano.

-Entonces, ¿Qué hago?-dijo brincando las escaleras de la mansión-.

-No crees que lo primero –rio ella a pesar del dolor-es llevarme al hospital antes de que nazcan aquí.

-¡No!...-grito él como loco moviéndose a todos lados.-¡Rosa!

En ese momento apareció Rosa ayudando a Beth a bajar las escaleras porque Zander estaba como histérico ladrando órdenes a todos los guardaespaldas y al piloto que se había quedado en la isla esperando el momento del parto. Ni cuenta se había dado que estaba a punto de dejar a Beth en la puerta de la mansión.

-¡Zander!- gritaron las dos al unísono- Este se volvió hacia ellas corriendo para tomar a Beth en brazos llevándola hasta el helicóptero.

-No te me quedes, Beth mou-dijo él besándola

-Pero si fuiste tú el que me iba a dejar-ella grito del dolor.

-Demonios, vámonos al hospital.-ladro Zander al piloto.

Rosa no pudo evitar reír por la manera tan tonta que se portaba Zander desde que se enamoró de la niña Beth.

**********************

Minutos después de la locura formada por los nervios de Zander Cosmopulos en el hospital desesperado al ver a su mujer sufriendo en el parto. Él y Beth fueron padres de dos hermosos bebes a los que llamaron Elena Joan Cosmopulos James y Alexander Theo Cosmopulos James en honor a sus dos hermanos.

-Querida- dijo él besándola- prometo no dejarte volver a pasar por esto de nuevo.

-Valió la pena no crees-sonrió ella cargando a Elena mientras Zander en sus brazos sostenía al gran Alexander.

-Claro que si, pethi mou.

Su amado esposo se acercó a ella para besarla estos meses fueron los mejores de su vida. Él había prometido hacerla feliz y lo cumplió porque se encontraba en el paraíso estaban toda su familia a su lado su suegro que se convirtió en un padre para ella, su adorado hijo Tadeo, su marido y sus gemelos.

-S'agapo, yineka mou

Ella lo acaricio dándole un tierno beso.

-S'agapo, Zander, siempre.

-Hasta el final de nuestras vidas.

-Para siempre.


Meses después Beth se encontraba en la tumba de Elena junto a sus hijos para llevarles flores a su mejor amiga quien recordaba con mucho amor.


-Aqui estoy hermana, junto a mis pequeños angeles.- susurro entre lágrimas.


-Mamá Elena- te quiero mucho. - dejo una hermosa flor blanca el pequeño Tadeo. -Crecere y me convertire en un hombre bueno como papá , sabes mamita tu me diste la vida y yo siempre te llevare en mi corazón .


Zander escuchaba a su pequeño sobrino hablar con su madre. -¡Gracias, Elena! Y perdón por todo- pensó- Nunca supe lo que habias sufrido o hecho por mi hermano de verdad lo amaste y lamento que las cosas con él terminaran de esta manera porque me pongo a pensar si Beth y yo nos hubieramos conocido de otra forma no se si la amaria igual o tal vez si.


-Siempre estare agradecido contigo por el regalo que nos dejaste a mi familia-beso una flores que le trajo y se la dejo en la tumba de ella, habia decidido traerla a la tumba familiar a lado de su hermano, porque ella merecia ser una Cosmopulos.


Beth se acerco a su marido y le dio la mano para despedirse de su mejor amiga ahora tenia una hermosa familia a quien cuidar y no podia dejar sola.


Ellos sintieron como una calida brisa pasaba por ellos junto a dos hermosas palomas blancas que se perdieron en el cielo.


-Adios, hermano- dijo Zander

-Adios , hermana- dijo finalmente Beth.


Al salir del cementerio hacia el auto de Zander ambos dejaron a los gemelos en la silla de bebe que tenia en su camioneta mientras Tadeo como buen hermano mayor cuidaba de ellos.


-Y bien señor Cosmopulos a donde Nos vamos esta vez- le dijo Beth abrazando a su marido.


-Hasta el fin del mundo, Yineka Mou .


Esta sonrio bésandoló.


-S'agapo!



FIN.

EL HEREDERO DEL  GRIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora