EL HEREDERO DEL GRIEGO

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Beth entro en la habitación de Tadeo observo como él se había acostumbrado a la vida que hoy tenían. Se dio cuenta que nunca podría regresar a Londres, la realidad es que su bebe era un Cosmopulos el heredero de un griego que su mejor amiga y hermana amo con el alma. Nunca podría entender que aunque ella fue prostituta Theo no pudo ver el amor de Elena hacia él. Cuando ella la vio morir de tristeza por no tener al hombre que amaba a su lado.

-Hola, mama-dijo Tadeo sonriéndole

-Hola, mi bebe-ella se agacho para estar a su altura y besarlo en la frente- Zander los vio desde la puerta. Ni siquiera se movió para escuchar lo que ella le decía a su pequeño sobrino. –Sé que todo esto ha sido nuevo para ti pero quiero saber cómo te sientes.

-Bien, mami-dijo Tadeo mirándola con sueño- . Es muy lindo tener papá y un abuelo pero yo no quiero que tú me dejes nunca.

-Te lo prometo siempre estaré contigo como tu mami Elena estuvo conmigo.

Ella lo abrazo y lo acostó en la cama para dormirlo como hacia todas las noches. Le dio un tierno beso.

-Mami, cántame.

Ella comenzó a cantarle a su hijo......

Cierra los ojos mi niño que mamá velara tus sueños...duerme ya mi dulce angelito que mama estará aquí. En el barco de los sueños encontraras el camino a los brazos de tu madre...duerme mi niño que el sol ya se escondió...

Zander entro a la habitación besando a su esposa aunque no quería admitirlo empezaba sentir cosas por Beth que no había sentido por ninguna mujer.

Horas después él y Beth se encontraban en la limosina que la iba llevar al evento donde Zander la presentaría como su esposa ante la sociedad. Estaba muy nerviosa porque por primera vez quería ser lo que su esposo deseaba de ella. Ser una mujer de experiencia y elegancia a pesar de no venir del mismo mundo.

-No estés nerviosa-le dijo él- esta noche tu eres la mujer más hermosa que he tenido el placer de presentar en sociedad como mí esposa. Beth había escogido un vestido rojo largo en forma de V que realzaba su figura dejando una pequeña apertura donde se podría apreciar sus hermosas piernas. Zander no pudo aguantar un segundo más, apenas se subieron a la limosina el acomodo a Beth sentándola encima para que sintiera la erección que le había provocado solo de verla con aquel vestido rojo, él subió la ventana del chofer. Comenzó a besarla Beth se dejó llevar por la pasión, ni cuenta se había dado cuando Zander le subió el vestido hasta los muslos dejando al descubierto su parte intima para la vista de él.

-Sabía que no llevabas ropa interior, agapiti mou.-dijo con una sonrisa maliciosa.

-Zander -gimió ella cuando él introdujo dos dedos en su parte llevándola a la locura del orgasmo.

Este la beso para callar los gemido de placer, ella aturdida solo escucho la cremallera del pantalón de su marido y este la acomodo encima de él moviendo la cadera una y otra vez, hasta que ambos sintieron el más intenso clímax de su vida.

-Eres una bruja, agapiti mou-dijo con la voz ronca.

El chofer le aviso a su jefe que estaban por llegar por lo que Zander ayudo a su mujer arreglarse pero le costó mucho a Beth tapar una pequeña marca que él le hizo en el cuello.

-Vamos, yineka mou.

Salieron de la limosina donde lo estaban esperando los reporteros que iban a cubrir el evento de beneficencia.

-¿Con quién viene acompañado?-preguntó el reportero

-Mi esposa, Elizabeth de Cosmopulos James-dijo Zander orgulloso al ver la admiración con que veían a su mujer por la hermosura que esta derrochaba. Vio como un reportero la miraba y estuvo a punto de decirle que apartara de allí la vista antes de que le metiera un puñetazo por su atrevimiento-Desde cuándo se había vuelto posesivo-pensó él, la agarro por la cintura para entrar al salón.