Sigo viendo tu silueta a través de mi oscuridad.
...
La sensación era casi la misma que hace cinco años cuando despertó en su cama desorientada y con un hueco en el corazón y mente, pero esta vez ha despertado en su vieja casa a lado de su hijo quien al igual que ella parece haber sido depositados en su hogar.
Los rayos de sol brillan con intensidad y es cuando se puede dar cuenta de la situación que le rodea al ver manchas rojas sobre su vestido, como si hubiese sido salpicado de pintura.
– ¿Qué es esto...? - se examina completamente mientras siente a Taennie removerse en el mugriento colchón.
– Mami... - está a punto de hablar cuando los gritos de su exterior la alarman. Parece ser una revuelta formarse cerca de su casa.
Enseguida de ello unos fuertes toquidos sobre la puerta la hacen brincar de pavor.
– ¡Abre la puerta, sabemos que estás allí bruja!. – Jennie corre al pasillo principal asomándose por las ventanas en la lejanía mientras ve con claridad al grupo de personas que están alrededor.
– No, no, no. – su corazón late rápidamente mientras intenta pensar.
Taennie sale con una mantita entre sus manos sin saber exactamente porque su madre tiene lagrimas en los ojos. Jennie no teme por ella, sino por lo que esas personas puedan hacerle a su hijo, necesita ocultarlo antes de que entren.
– ¡No puedes escapar bruja! ¡Tus vecinos te han visto hacer cosas extrañas en tu hogar, sin mencionar que ayer fuiste la única que hablaste con el Contralor Choe, quien ahora está muerto! – leer los pecados por los que eran acusadas las mujeres es parte de esa "depuración". Pero Jennie solo podía pensar en un gran ¿que? ¿Ese viejo asqueroso estaba muerto? De nuevo la desorientación la dejó perpleja.
– Bebé. – cargó a su hijo y lo llevó a la ultima habitación que tenía un colchón desgastado sobre la pared. Lo que nadie sabía es que atrás de ese colchón había un gran hueco donde fácilmente podía caber su hijo.
– Necesito que te quedes aquí mientras mamá regresa. – las manos de la femenina temblaban.
– No importa que escuches, o lo que veas. No salgas de aquí hasta que yo venga por ti. ¿está bien? – tragándose las lágrimas se despide de su precioso niño
–Te amo mucho, mi niño hermoso. –
Tras decir esas palabras jaló el objeto ocultando la apertura para salir corriendo en busca de uno de los cuchillos justamente antes de que la puerta fuera azotada y quebrada.
– ¡Busquen a la bruja!. – los pasos rápidamente dieron hacia su dirección. – Ella mató a Choe. – le señalaron al ver el vestido que Jennie vestía
– ¡La bruja tiene su sangre!. –
– No, yo no hice nada. ¡Aléjense!. – grito desesperada mientras azotó el cuchillo en el aire a quienes tenían intensión de sostenerla para capturarla e inmovilizarla
– ¡Váyanse de mi casa!. – los hombres quienes han entrado a la vieja construcción hicieron caso omiso rodeando a la pobre mujer sin oportunidad de que esta se defendiera cuando es enfrentada por mas de uno.
– ¡Sujétenla de las manos!. – tiraron el delgado cuerpo de la chica sobre el frio asfalto mientras su rostro es empujado con fuerza sobre el suelo.
Jennie intento moverse y luchar, pero el peso que estaba sobre de ella era más con el que podía luchar. La amordazaron y así la levantaron mientras era arrastrada con el lazo fuera de la casa.
Algunas mujeres que estaban en la revuelta soltaron golpes a la pelinegra mientras le arañaban el rostro y golpeaban con palos de madera con la intensión de verla sangrar. Una bruja no debía ser tratada con consideración
La marcha por todo el pueblo quizás era lo más desgastante tras ser jalada por los hombres quienes la exhibían como un animal.
La vergüenza era peor que los golpes, con el rostro maltratado y la sangre brotar de algunas extremidades, la caminata se detuvo en el centro del pueblo con la intención del resto pueda observar y servir de advertencia lo que sucedería a aquellos que desafiancen el camino del "bien".
– Esta mujer ha sucumbido a la herejía. – señaló el líder de esa "casería de no creyentes".
– Llevando una vida impura y libertina. – si Jennie no estuviese tan adolorida y mareada seguramente reiría de lo absurdo que se escucha. Lo único que ha hecho en años en intentar sobrevivir junto a su hijo.
– Pero no más, nuestro señor la juzgará desde los cielos expulsándola al mismísimo infierno. – alzó el machete que traía en manos para indicar con la mirada a sus seguidores que llevaran a la mujer a la repisa construida donde un enorme poste esta en medio.
Pujando y llorando es lo único que puede hacer para resistirse a esa clase de hoguera como cruel condena cuando Jennie jamás hizo algo malo.
– La hora de tu juicio final a llegado. – de nuevo ese hombre le señaló mientras ve como la pelinegra es sujetada de las extremidades sin oportunidad de moverse.
– ¿Algo que decir, bruja?. – descubriendo la mordaza la bonita Joven no dijo ni una sola palabra, solo se dedicó a llorar y pedir por su alma bajo la atenta mirada de las personas que la rodean con burla y placer sobre sus ojos.
– Esto no termina aquí mujerzuela, tu bastardo te acompañara a las tinieblas. – el hombre le susurró a la oreja
– ¡No, mi hijo no!. – el contrario empezó a reír bajo la suplica de la mujer quien se negaba a implorar por su vida de manera publica.
– Tu bastardo no será parte de nosotros. – todos los pobladores asintieron ante la declaración mientras levantan sus manos en apoyo.
– ¡No!. – su alma se desgarra en tristeza y miedo.
Fue entonces cuando el líder recibió la antorcha en fuego alzándola como señal para terminar con el espectáculo y quemar la hierba que rodea a Jennie.
Consumiéndose la llama se alza, intenta zafarse de la calorosa atmosfera que poco a poco se traza camino hasta ella. El calor acaricia sus mejillas mientras las cuerdas se vuelven ásperas en intentos desesperados por soltarse.
– ¡Que arda primero la bruja y después su bastardo!. –todoa a su alrededor gritaron un "si" cómplice.
Esas personas eran testigo de la próxima muerte de esa mujer inocente, cuyo único error ha sido salir por la noche y cautivar al mismísimo diablo con su belleza.
El viento se mese en direcciones contrarias, las llamas le siguen y hasta ese instante le queman los pies mientras su grito de dolor es atrapado entre la mordaza de tela. El fuego la ha encontrado y con ello, deshaciendo lentamente la tela del vestido que se adhiere a su piel.
"Ayúdame" miro hacia el cielo buscando respuesta. Ya no importa qué clase de criatura le escuche. Las lagrimas en sus ojos revelan el dolor de su alma rota porque las llamas empiezan a desatar el infierno mismo en su cuerpo.
El olor es peculiar, frente a la plaza poco a poco la chica es consumida por el fuego quien está a punto de perder la conciencia por llegar al limite del dolor.
Quizás sea lo mejor.
"Taennie", le dedica su ultimo pensamiento al hijo que cargó en vientre. Su vista es borrosa y apenas puede identificar las siluetas con esas sonrisas altaneras y burlonas Kim Jennie está a punto de morir frente a todos los habitantes de ese pequeño pueblo que la ha enjuiciado.
Porque en el infierno, hay que morir para ser recibido. Y Jennie Kim le pertenece a Lord Taehyung, quien por desgracia no puede quitar vidas de personas inocentes, esa es su gran limitante.
Sin embargo, si puede seleccionar las almas que entrarán a su reino y Jennie Kim finalmente estará donde pertenece pues ha sido victima de su propia raza.
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INIURIAM | TAENNIE
FanfictionQuizás el sexto sentido era quien le advertía su pequeño hijo no ser del todo normal, quizás solo eran pensamientos del pueblo lanzados hacia ella que terminaron por convencerla; su precioso hijo de ojos azules no pertenecía a este mundo.