Quizás el sexto sentido era quien le advertía su pequeño hijo no ser del todo normal, quizás solo eran pensamientos del pueblo lanzados hacia ella que terminaron por convencerla; su precioso hijo de ojos azules no pertenecía a este mundo.
Dos horas han pasado desde que la gente ha visto como el cuerpo de la joven se reduce a ceniza compacta y negra. La silueta de lo que alguna vez fue la femenina permanece dando forma al cuerpo humano. La soga deshecha, así como su rostro hace a los habitantes del pueblo mirarse satisfechos. Han acabado con esa plaga mientras dejan que la dicha siga corriendo como el aire sobre sus mejillas.
– ¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios?. – el cielo azulado rápidamente corrió a prisa sobre sus cabezas tornándose de color obscuro. La noche ha llegado tan prematuramente, la horda de personas voltea aterrada intentando identificar el origen de esa desgarradora voz.
– Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios. – recita algunos versículos del sagrado libro que los humanos solían seguir como enseñanzas.
– Entonces, ¿qué?, ¿qué hacer cuando todos ustedes lo han hecho y dios les ha dado la espalda? – sube por las tarimas, lentamente, sobre aquella repisa que se ha llevado el ultimo aliento del cuerpo quemado.
Lucifer mira el cuerpo, porque Jennie tenía que morir para llegar a él.
– Quizás, ha llegado el momento de llevarme sus almas por lo que han presenciado aquí. Humanos tontos, este acto; autores y testigos . – numeró. – Les ha quitado el derecho de un eterno descanso. –por primera vez frente a una raza inferior a su grandeza Lucifer se deja ver.
– ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes e inquisidores purificaran su corazón en el infierno!– de pronto los atrayentes ojos azules se tornaron rojos provocando la conmoción del pueblo quien empezó a gritar y correr al ver al mismísimo rey de las tinieblas.
Lucifer ha salido de su reino para reclamar lo que le pertenece.
- ¡La paz sea con ustedes! – levantó las manos mientras la tierra vibró bajos sus pies. El suelo se agrietó para dar salida a horribles criaturas que descansan en las profundidades del infierno.
–No soy piedad, no soy compasión, tomo lo que es mío y con ello doy mi propia justicia. – los árboles ardían en fuego, era el infierno desatado en tierra.
Porque el fuego es destrucción, pero también purifica lo que debe ser eliminado.
Los gritos se hicieron más intensos cuando las bestias desgarran los cuerpos y se sirven de ellos. Es una laguna de sangre lo que se respira.
Piel canela, figura tonificada enfundada en las más finas telas, cabellera rubia y barbilla cuadrada. Si el pecado podría ser descrito es porque su origen se proyecta perfectamente en ese galante hombre quien se hace espacio entre el caos.
Con el bastón delimitando sus pasos mira el pueblo con insuficiencia, su hijo ha nacido y crecido en un lugar que deja mucho que desear. Pero, así como las escrituras han sido trazadas Taennie nació de una virgen que le a aportado un alma convirtiéndolo en una semi-deidad.
Su poder será absoluto y podrá gobernar la tierra mortal como el infierno.
Su hijo creció en miseria porque de esa forma anhelará todo a su alrededor convirtiéndolo en alguien letal y materialista. Un hijo del infierno cuyo odio será impulsado por la muerte tan terrible que le han dado a su madre humana.
Se adentró a la pequeña casa que conoce bien para dirigirse a la ultima habitación donde el colchón ha sido degradado en llamas dejando ver a su hijo. Un hermoso niño de piel porcelana, igual a la de su madre.
– Taennie. – el niño retira el rostro de sus piernas para mirar al sujeto de esa voz que suele oir en su cabeza.
Su hijo ha cumplido cinco años, la edad perfecta para comenzar su preparación en el abismo.
– Mamá... - el pequeño le mira con ojos acuosos, algo dentro de él se ha desgarrado, al ser mitad-deidad ha sentido la muerte de su madre. Su dolor, ansiedad y tristeza. Después de ello, un inquietante vacío.
– Tu madre nos espera en las puertas del infierno. –
Cuenta la leyendo que existió un pueblo que fue sucumbido y tragado por el mismo infierno. Parientes de los aldeanos que vivían allí aseguran que él diablo mismo retorno del pecado y abismo cuando quemaron a la bruja. Kim Jennie fue la primera bruja registrada en lo libros sagrados, porque su llamado fue atendido por el mismo satanás.
Llamada también como <<La favorita>> al dar a luz al mismísimo anticristo.
En sus entrañas nació un conquistador que posee sangre de la creación divina de Dios y de Lucifer, el rey de tinieblas.
FIN
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
