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No se olviden que hoy será el estreno de gemelos 2.0 fkssks
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Reki abrió la carta encontrando el contenido poco compresible.

Parecía haberse mojado y secado.

—¿Querido Reki? ¿Cómo sabe mi nombre?— Exclamó confundido intentando leer.

—¿Santa? ¿Langa? No entiendo para nada esto.— Dijo apunto de darse por vencido.

Reki a sus 10 años no entendía para nada la carta.

—Ya ni en español veo esto.— Dijo mientras se tiraba a su cama.

Pensó que luego descubrir el contenido de la carta, así que solo la dejo guardada en su caja especial.

—¡Bien! Quiero que ya llegué la próxima navidad.— Murmuró al recordar lo emocionado que lo hace sentir escribir la carta a Santa.

—¡Reki! Baja por favor.— Escucho a su madre llamarlo.

—¡Voy!

Bajo emocionado hasta la sala encontrándose a su madre feliz mientras era abrazada por su padre.

—¿No hace tiempo me dijiste que querías un hermanito?— Le pregunto emocionada.

—¡Si! Lo recuerdo.— Contesto Reki.

—Pues ahora vas a tener un hermanito.— Le dijo su padre emocionando.

—¡¿De verdad?! ¡Sii!— Exclamó feliz abrazando a sus padres.

Sus papás solo se rieron por la reacción tan linda de su hijo.

—Pero debe llamarse Kojirō.— Dijo serio Reki.

—Bien, así se llamará.— Aceptaron sus padres.

—¡Bien!

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—¿Vas a tener otro hermano?— Le pregunto asombrado Miya.

—Asi es.— Contesto Langa.

—¿No te emociona? —Le pregunto tomando aquella bebida.

Miya iba muy seguido a la casa de Langa, más por el hecho que sus padres estaban contentos por su amistad.

—No tanto... Es raro tener un hermano.

—Bueno, si lo pones así, si lo es. No sabía decirte sobre los hermanos porque soy hijo único.— Dijo recordado que sus padres con muchas complicaciones pidieron tenerlo a el.

—Siento que ese niño sera el favorito de mis padres.— Dijo Langa con melancolía.

—¿Porque lo dices?

Miya en el poco tiempo que conoció a Langa se dió cuenta del poco amor propio que se tenía, del gran odio que tenía a si mismo.

—Facil, el nacerá sano y yo no lo estoy. El podrá vivir su vida sin preocuparse si morirá por solo un resfriado.— Contesto sin alguna emoción.

Cartas a Santa| RengaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora