Capítulo 4

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¿Es necesario que hagamos nuestras maletas?—Una confundida Joohyun veía a su madre mientras llenaba un par de maletas.

Si, y será mejor darnos prisa.

¿A dónde se supone que iremos? No tenemos conocidos aquí, todos nuestros vecinos son Judíos, no hay manera en que podamos salir del país, ni siquiera de este barrio.—Jiyeon era muy observadora, si los alemanes ya estaban en Berlín sería complicado salir del país.

Alcanzaremos a tu padre en Polonia, llegaremos a casa de tus tíos, ya he mandado una carta avisando la situación. —Tan pronto como HyunJi supo la noticia escribió una carta y la mandó a su cuñada.

Joohyun cargaba con su pequeña mochila, un par de cambios serían suficientes, Jiyeon llevaba también una mochila y su madre una maleta lo suficientemente grande para cargar con pertenencias que pudieran necesitar.

Salieron de casa rumbo a la estación de trenes más cercana, las tres mujeres se sorprendieron de ver cientos de personas esperando por abordar el primer tren.

¡Próxima salida a Varsovia! ¡Es hora de abordar!

El tren había llegado y tan pronto como se detuvo comenzaron a abordar.

Procuren no separarse de mi, niñas. —Ocuparon los primeros asientos del segundo vagón.

El tren avanzó, HyunJi y sus hijas oraron al sentir el tren en movimiento.

Señor padre, que estás en el cielo, permite que mis hijas y yo lleguemos con bien a Polonia, líbranos de todo peligro y de todo mal.— HyunJi se encargaba de orar mientras que sus hijas mantenían sus manos unidas.

¡Amen!— Respondieron las hermanas.

La noche llegó y las pequeñas Jiyeon y Joohyun cayeron en los brazos de Morfeo, HyunJi ni siquiera lo intentó, ella debía estar alerta ante cualquier situación.

Llegaron y entraron a su casa— Escuchó HyunJi una plática ajena.

¿Y después? ¿Que paso?

Ellos tomaron a todos los que estaban en esa casa así que salí de la mía, mi familia era la que seguía. Los que se resistían simplemente los mataban a sangre fría. — Escuchar la historia de uno de los pasajeros solo la ponía más nerviosa.

Doce horas después estarían llegando a su destino, la estación central de Varsovia. Ya los esperaba Jun, tío de Jiyeon y Joohyun.

Por tu rostro he de deducir que no dormiste en todo el camino—Comentó Jun a HyunJi.

¿Cómo podría hacerlo sabiendo que en cualquier momento los alemanes detendrían el tren?

No sé si fue buena idea que vinieran hasta acá, la guerra con los alemanes se ha vuelto algo imposible de terminar. —Mientras conducía a su casa, Jun ponía a HyunJi al tanto de la situación.

Entraron a la colonia sin ningún problema, ¿Quien sospecharía de un hombre rubio y de ojos azules?. De las dos hijas de HyunJi solo Jiyeon tenía los rasgos judíos más remarcados. Joohyun, por otra parte, tenía ojos azules, su piel imitaba a la blanca nieve que caía en invierno, sus labios carnosos y rosados sin ningún indicio de resequedad.

¡¿Nos trajiste a la boca de lobo, mamá?! —Jiyeon se exaltó al escuchar a su tío conversar con su madre.

—Tranquila, Jiyeon, la resistencia polaca no se dará por vencida fácilmente. Tu padre sigue siendo uno de los mejores soldados

—¡Ese es el problema!, Al ser uno de los mejores es el que mayor riesgo corre. —Aunque Jiyeon sabía que desperdició la posiblemente última oportunidad de ver a su padre con vida se preocupaba por él.

Se quedarán un par de semanas aquí, el año está por terminar y no sabemos lo que nos deparará el destino. —Joohyun asintió, la idea no le desagradaba, ella lo único que quería era estar cerca de su padre —Prometo que si las cosas se complican formularé un plan para mantenerlas a Salvo, a las tres.

140801 || SEULRENEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora