Capítulo 8

167 26 4
                                    

Debido a las constantes amenazas de los alemanes, Joohyun y su hermana permanecen en casa junto a su madre.

YeonSoo es el único que sale de casa al trabajo y viceversa, también es él quien de encarga de comprar la despensa para su familia, pues al tener un permiso de trabajo reduce el riesgo de ser capturado.

Papá, ¿Cuánto más va a durar ésto? Estoy cansada de vivir en la oscuridad y bajo cuatro paredes. Ni siquiera recuerdo el color del sol

—Jiyeon, no seas tan dramática. El color del sol es, y seguirá siendo el mismo. Solo tenemos que esperar un poco más hasta que se calmen las cosas. — El señor Bäecker era conciente de la desesperación de sus hijas, meses encerrados sin contacto alguno con sus amistades, conocidos o familiares era realmente frustrante.

—¡¿Cuándo? ¿Cuando será eso? Llévanos meses escuchando lo mismo, meses. No quiero pasar el resto de mi juventud entre cuatro estúpidas paredes!

—Cuida tu vocabulario, señorita y modera tu tono de voz. Todavía soy tu padre así que merezco respeto. ¿Crees que todo esto es fácil para mí? Todos los días salgo pidiendo a Dios que en cuanto yo salga por esa puerta no les dé a los soldados por entrar y revisar. — El hombre se notaba cansado de la situación, la impotencia de no poder hacer nada para salvar a su familia le carcomía el alma.

—... Padre... —Dudosa Joohyun se acercó al hombre.

Dime, princesa

¿Hay algo que podamos hacer?

—Orar a Dios, pequeña. Mantener nuestra fé en él porque solo él puede salvarnos de ésto. —Por que para YeonSoo Dios era el único que podía terminar con la guerra.

Pronto se hicieron notar una voces provenientes de afuera de su casa.

“Es ahí, son dos adultos y dos jovencitas ” —Se escuchó hablar al vecino de enfrente.

El sonido de las botas con cada paso que daban las tropas alemanas resonaba por toda la casa.

¡Familia Bäecker, salgan de ahí! —Gritaban mientras al mismo tiempo tocaban a la puerta.

El pánico se apoderó de las menores, sabían lo que se aproximaba.

Mantengan la calma, niñas. Todo va a estar bien — Comentó su padre abrazando a sus hijas.

¡Familia Bäecker! — Al no obtener respuesta el general optó por utilizar una medida más drástica. —¡Derriben la puerta! —Ordenó con tono decidido.

Al caer aquel objeto de madera procedieron a entrar al lugar donde estaban los Bäecker.

Ignorar a la autoridad es lo peor que pudieron hacer, Señor Bäecker. —Habló el oficial hacía Youngsoo mientras se posicionaba frente a él — Y hacerme perder la poca paciencia que me queda tu más grande error — Dijo propinando una bofetada al cabeza de los Bäecker.

—¡Papá!—Gritó una aterrada Joohyun.

Quiso correr hasta donde su padre pero otro soldado lo impidió tomándola de los hombros.

Varon coreano nacionalizado polaco, trabajador del ramo automotriz en München,  Nicolai Bäecker es el nombre que usas aquí, ¿No es así? —Preguntó el oficial.

Sí señor—Temeroso Yeonsoo respondió.

Supongo que tienes un permiso de trabajo, ¿O me equivoco?

Sí, así es, lo tengo.

Lastimosamente, Señor Bäecker, su familia no lo tiene por lo que deben venir con nosotros.— El general dió la orden mediante una seña y comenzaron a desalojar el lugar. —Tienes dos opciones, dejar a tu familia y esperar a que se venza el plazo de tu permiso o acompañarlas. La decisión es tuya.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 05, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

140801 || SEULRENEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora