ALWAYS YOU | THE WALKING DEAD GAME

XI. Unrequited Love

DOS SEMANAS DESPUÉS
Trabajaron muy duro durante un periodo de dos semanas. Habían preparado la escuela para cualquier tipo de ataque. Se crearon muchos espantapájaros con cabezas de caminantes y con piedras afiladas. Las mesas que sobraban de picnic las habían volteado contra las puertas, para tener sitios de escondite. Se habían reforzados los portones, también habían puesto cabezas de caminantes. Toda la entrada del edificio principal estaba llena de trampas, aún faltaban algunas pero las trampas grandes estaban listas. Todas las paredes habían sido o reforzadas con el metal de púas, casi todo estaba en orden. O eso parecía.

En estas dos semanas, Anya estuvo muy ocupada. A pesar de que Clementine tuviese todas esas brillantes ideas, quedó en responsabilidad de Anya que se llevasen acabo. Si durmió más de cinco horas durante esas dos semanas fue mucho. Trabajo hasta tarde, asegurándose que todo estuviese en orden, que todas las trampas funcionasen correctamente. No había podido tocar ni si quiera su guitarra por esas dos semanas. Tampoco tuvo mucho tiempo para hablar bien con el grupo, no si quiera con Louis o Mitch. Se había desconectado completamente, y era lo necesitaría si querían lograr que la escuela estuviese fortificada.

Se encontraba trabajando en unos espantapájaros más, poniendo que algunos estuviesen conectados con trampas en el caso que los necesitasen. Con eso creía que estaría terminando todo lo que era responsabilidad de ella. Mientras amarraba las últimas cosas, comenzó a escuchar unas voces. Parecían las de Louis y Violet, y por lo que escucha, parecía que discutían. Así que Anya decidió correr hacia el edificio y efectivamente era cierto, ambos discutían.

— Tengo otras cosas que quiero hacer. —dijo Louis mientras cruzaba sus brazos— Es importante.

— Maldita sea, Louis. —gritó Violet acercándose al trigueño, estaba muy molesta— ¡Por un momento en tu vida toma las cosas en serio!

— Llevó tomando las cosas serio por días, ¡casi las dos semanas! —contesto el chico molesto.

— Todo el mundo está en la misma situación. —interrumpió Violet

— Ustedes dos, —interrumpió ahora Anya alzando su voz— ¿Porque discuten? Es muy temprano para discutir.

— Lo que sea, Vi. —murmuró Louis para luego alejarse del grupo e irse.

— Pensé que Lilly y Abel nos atacarían hace días. —confesó Clementine poniéndose del lado de Anya, la pelinegra también escuchó la discusión— No se que los detiene.

— Yo tampoco. —murmuró Violet mientras se acercaba a las chicas— Desearía que hubiese más tiempo para prepararnos.

— Tuvimos tiempo suficiente. —dijo Anya cruzando sus brazos, mirando a su alrededor— Pero estar esperándolos solo nos volverá locos a todos.

— ¿Necesitan mi ayuda con algo? —pregunto Clementine mirando a su alrededor también.

— ¿Puedes revisar al resto del grupo? Necesito saber que estén haciendo las cosas como son. —pidió Anya pasando sus manos por su rostro— Yo tengo que terminar unos espantapájaros, Willy... no supo amarrarlos bien. —explicó, luego se dirigió a Violet— Hay unas cajas en el edificio principal que necesito que acomodes en el segundo piso, ¿puedes hacerlo ahora?

— Ya estoy en eso. —dijo Violet con una sonrisa, para luego irse.

La rubia volvió con su trabajo original, fortificar la ultimas cosas. Ahora se estaba encargando de unos troncos de madera que habían afilado, los acomodaba cerca de la entrada por si los necesitasen. Se concentró en eso por varios minutos. Miro a su alrededor y notó que Louis practicaba con el arco y flecha. En eso Anya recordó que había perdido el suyo en la pelea que había tenido con Lilly. Con el empujón su arco se había perdido entre los árboles y más nunca supo de él. Vio cómo Clementine se acercaba a revisar a Louis, y se quedó observando por unos segundos. Había hecho todo eso a propósito, quería que ambos se llevasen bien antes de la gran pelea. Anya le tenia mucho cariño a Clementine y Louis... bueno, que no sentía ella por el trigueño.